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Una vez el propio Jesús le recomendó a Santa Brígida en una aparición, que ciertos favores los pidiera por intermedio de San Judas Tadeo.
Redacción (28/10/2024, Gaudium Press) Hoy la Iglesia celebra a San Judas Tadeo y a San Simón, apóstoles. Se les conmemora juntos porque narra la tradición que sus empresas apostólicas las emprendían en conjunto.
A San Judas se le coloca el apelativo de Tadeo, para distinguirlo del hijo de la iniquidad, Judas Iscariote.
Era San Judas “hijo de Santiago” (Lc. 6, 16) y pariente del Señor, de Santiago el menor, de José y de Simón (Mc. 6, 13; Mt. 13, 55). Es el último en la enumeración de los doce apóstoles que se encuentra en Hch. 1, 13.
San Judas es también autor sagrado, su epístola está en el nuevo testamento. En esta carta San Judas lucha contra los gnósticos, predica contra los que tienen fe pero no hacen buenas obras, combate los pecados de impureza y los pecados contra natura, y pronostica la pena eterna a quienes en eso caen.
La tradición nos dice que después de la muerte del Señor fue a predicar a Persia con San Simón. Y que allí los dos sufrieron el martirio.
A San Simón lo aserraron por el medio, y a San Judas Tadeo lo decapitaron con un hacha, según la tradición. Por eso se le representa con esta herramienta, y también con una imagen de Jesús en el pecho por su parentesco con él. Dicen también de él, que era muy parecido físicamente con Jesús.
La devoción a San Judas Tadeo
La devoción que se le tiene a San Judas Tadeo como intercesor para conseguir favores del cielo no es gratuita. El santo obtiene de Dios muchos favores para sus devotos, y esto es reconocido por ellos con una gran confianza en él.
Una revelación privada confirma que Cristo es especialmente tocado cuando quien le pide lo hace a través de San Judas Tadeo.
Cuenta Santa Brígida que un día el propio Jesús la movió a invocar a San Judas con confianza y le dijo que cuando deseara conseguir ciertos favores lo hiciera por medio de San Judas.
A San Judas Tadeo la piedad popular lo ha bautizado como el patrono de las causas imposibles o de las causas perdidas. Dice el pueblo fiel que él está ahí, pidiendo ser convocado en nuestro auxilio.
Judas significa: “Alabanzas sean dadas a Dios. Y Tadeo “valiente para proclamar su fe”.
Con información de EWTN y Catholic.net
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