Este Papa francés apreciaba mucho la vida monacal y religiosa.
Redacción (19/04/2021 07:55, Gaudium Press) San León IX, uno de los santos de hoy, es un papa francés de la edad media.
Nace en Alsacia en el año 1002, cuando esta región hacía parte del Sacro Imperio Romano Alemán. Su padre estaba emparentado con el emperador, y junto a su madre, constituían una familia cristiana y también culta.
Bruno, que ese era el nombre de pila del que después sería San León IX, fue enviado a estudiar a la escuela del obispo de Toul cuando solo tenía cinco años, lugar donde se reveló de un talento fuera de serie.
Teniendo todavía una tierna edad, fue mordido por un animal ponzoñoso, que lo dejó entre la vida y la muerte; pero entonces se le apareció San Benito, lo tocó con una cruz y cuando despertó estaba completamente curado.
Terminados sus estudios, fue hecho canónigo de la iglesia San Esteban de Toul.
También era buen militar: siendo diácono, estuvo en la expedición que el emperador Conrado II realizó contra los lombardos, al mando de un destacamento con el que había contribuido el obispo de Toula la guerra. Pero su futuro no serían las armas sino la vida de Iglesia.
Cuando muere el obispo de Toul es elegido para reemplazarlo; estuvo en esa sede por 20 años. Introdujo en su diócesis la reforma de Cluny, fomentó la vida religiosa y luchó por purificar la disciplina del clero.
Llega a una Roma con un clero un tanto disoluto
En 1048 muere el papa Dámaso II, y el emperador Enrique III influye para que sea elegido su pariente Bruno, quien de camino a Roma se detiene en Cluny, donde se une a su séquito el monje Hildebrando, futuro papa San Gregorio VII.
Asciende pues el obispo de Toul Bruno al solio de Pedro, con el nombre de León IX a inicios de 1049. Lucha contra la simonía, la venta de favores religiosos, procede a la preservación del celibato eclesiástico, favorece la vida comunitaria del clero. La reforma de las costumbres era su objetivo principal. Condena las doctrinas de Berengario de Tours, que negaba la presencia real de Cristo en la eucaristía.
Aumenta el patrimonio de San Pedro con la anexión de Benevento y otros territorios del sur de Italia. Pero los normandos invaden esos territorios, el Papa sale en persona al encuentro del enemigo, y es derrotado y hecho prisionero por un tiempo. San Pedro Damián lo criticó por no haber dejado al emperador el comando de la guerra.
Tuvo que lidiar con las acusaciones de Miguel Cerulario, patriarca de Constantinopla, que acusó de herejía a la Iglesia de Occidente, lo que después daría en el cisma de Oriente.
Muere el 19 de abril de 1054. En los 40 días que siguieron a su muerte, se habló de 60 curaciones milagrosas en su tumba.
Fue el primer papa que propuso que la elección del sumo pontífice recayese en un cardenal.
Con información de El Testigo Fiel
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