Sigue la política de los dos anteriores papas, quienes usaban de misericordia con los apóstatas que querían regresar a la Iglesia.
Redacción (19/05/2021 07:05, Gaudium Press) Hoy celebramos, entre otros santos, la fiesta de San Urbano I, Papa.
En el Martirologio Romano se lee: “En Roma y en el cementerio de Calixto, en la vía Apia, san Urbano I, papa, que gobernó fielmente la Iglesia Romana durante ocho años, tras el martirio de san Calixto”.
Es decir, un Papa que sucedió a un Papa mártir, San Calixto, que gobernó por cerca de una década la Iglesia romana, y que está enterrado en la Vía Apia en el cementerio de Calixto.
Fue Papa San Urbano siendo emperador Alejandro Severo, quien gobernó Roma desde el 22 hasta el año 235. El gobierno de este emperador fue de paz para la Iglesia, pues aunque no cambió el estatus legal de los cristianos, tanto el Emperador como su madre los favorecían. La madre de Alejandro Severo, Julia Mamea, era amiga de Orígenes, Padre de la Iglesia.
Se puede suponer que el Papa San Urbano no adhirió a las tesis rigoristas de Hipólito, y que siguió la política religiosa de los dos anteriores papas, en el sentido de que había que usar de misericordia con los cristianos que en las persecuciones habían caído en apostasía, pero que luego pedían para ser readmitidos en la Iglesia.
En el S. XIX De Rossi encontró la tumba de San Urbano Papa en el cementerio Calixtino.
Urbano gobernó a la Iglesia desde el 222 o 223 hasta el 230.
Con información de El Testigo Fiel
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