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La Santa de hoy, fue azotada y después decapitada por orden de un prefecto que quería casarse con ella.
Redacción (07/09/2020 07:00, Gaudium Press) Celebramos hoy la fiesta de Santa Regina, o Reina, Virgen y Mártir.
Su padre Clemente, era pagano, de Alise, en la Borgoña francesa. Como su madre fallece en el momento en que da a luz, le fue entregada a una nodriza cristiana que la educa en la fe.
Era Regina de singular belleza, lo que atrajo la atención del prefecto, Olybrius, que quiso casarse con ella. Además lo animaba en su deseo, el descubrir que la futura mártir era de noble linaje.
Pero ella no quería casarse, había consagrado a Cristo su virginidad, y también rechazó la insistencia de su padre, que ansiaba la fortuna de Olybrius.
El propio padre la metió en un calabozo para quebrantar su voluntad, pero ella no cedió. Y al conocer su perseverancia, el propio prefecto Olybrius hizo que se la azotara, junto a otros tormentos.
Una noche, tuvo Regina una visión. Veía una cruz, y también escuchó una voz que le decía que su liberación estaría próxima.
Al día siguiente Olybrius mandó a torturarla, y luego decapitarla, lo que según las Actas ocurrió el 7 de septiembre del 251.
Cuenta la tradición que en ese momento apareció una albísima paloma, que todos entendieron como manifestación del cielo por el martirio, y que ocasionó la conversión de varios.
Las cadenas con las que la ataron se conservan en Flavigny.
Con información de Aciprensa
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