Santa Úrsula y compañeras, prefirieron su pureza a tener comercio con paganos

Sobre ellas se tejieron bellas leyendas, que circularon mucho en la Edad Media. Santa Ángela de Merici las vio en sueños volando al cielo.

Redacción (21/10/202e, Gaudium Press) Santa Úrsula, y compañeras vírgenes y mártires, son algunas de los santos que la Iglesia conmemora hoy.

Primero, recordemos la leyenda, o una de las leyendas, que mucho circuló en la Edad Media:

Santa Úrsula, hija de reyes, y 11.000 de sus compañeras llegaron a Alemania de Inglaterra, huyendo de los sajones paganos que invadían el país. Pero cuando su barco llega a Colonia, en Alemania, estaba allá Atila, el jefe de los Hunos, que quiso casarse con la bella Úrsula y entregar las otras vírgenes a sus soldados.

Estas vírgenes cristianas rehusaron tener cualquier comercio con estos bárbaros y por ello las mandó matar.

Lo cierto, según reza el martirologio de 2001, es que “Cerca de Colonia, en Germania, [se realiza la] conmemoración de las santas vírgenes que entregaron su vida por Cristo, en el lugar de la ciudad donde después se levantó una basílica dedicada a santa Úrsula, virgen inocente, considerada como la principal del grupo.”

Es la iglesia de Santa Úrsula en Colonia, a la que hace alusión el texto de arriba. En esa iglesia se encuentra una inscripción, en la que se relata que un Clemacio, senador, tuvo unas visiones en las que se le ordenó que emprendiese la reconstrucción de una basílica que conmemoraba a unas vírgenes, que se encontraba en su propiedad.

Esta probablemente fue saqueada por los francos en el año 353, y allí se encontraba el sepulcro de las mártires, que no serían 11.000 pues no se hallaba ahí un gran cementerio. El nombre Úrsula fue agregado posteriormente a la historia.

Revelaciones a Santa Ángela Merici sobre Santa Úrsula

En 1533 Santa Ángela Merici comienza a formar algunas de sus amigas en algo a la manera de un noviciado informal. 12 de estas chicas se van a vivir en una casa, y otras van recibiendo el espíritu de la fundadora en las casas de sus familias. Ya en 1535, 28 de estas jóvenes se consagran al servicio de Dios: ellas serían el núcleo de lo que hoy se conoce como Ursulinas, pues la Santa las había puesto bajo la protección de Santa Úrsula.

Ocurrió que años antes, cuando estaba en su natal Desenzano, Santa Ángela había tenido una visión y veía a unas doncellas que subían al cielo por una escala luminosa, mientras una voz le decía: “Ten buen ánimo, Ángela, porque antes de morir vas a fundar una compañía de doncellas como las que acabas de ver”. Estas doncellas vistas eran Santa Úrsula y sus compañeras. Todas ellas estaban acompañadas por ángeles que les cantaban dulces melodías, y portaban coronas con piedras preciosas. Pero de pronto, la música cesó y Jesús llamó a Ángela por su nombre y le dijo que fundara una sociedad de mujeres. Todo esto se lo relató Santa Ángela de Merici al Papa Clemente VII, quien le concedió permiso para formar su orden.

Después en otra visión se le aparece Santa Úrsula a la Santa, donde se confirma el patronato de la mártir virgen sobre la nueva fundación.

Con información de El Testigo Fiel y Aciprensa.