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El sábado a las 19:00 horas locales, ocurrió un ‘espectáculo’ que muchos no esperaban ver, que se consideraba reliquias y fantasmas de tiempos idos.
Redacción (25/04/2022 11:26, Gaudium Press) El sábado a las 19:00 horas locales, un ‘espectáculo’ que muchos no esperaban ver, que se consideraba reliquias y fantasmas de tiempos idos: cientos de católicos, varones, rezaron de rodillas el rosario a la Virgen en la plaza de la Villa de Madrid.
Acompañaron la oración mariana dos sacerdotes, uno de quienes bendijo a los participantes antes de iniciar el acto.
Ricardo Almago, uno de los organizadores, explicó cuál era la intención: “Es simplemente evangelizar, repetir lo que hacen nuestros hermanos de Polonia, para poco a poco recuperar las calles de Madrid, de España y recuperar los valores perdidos por parte de los hombres”.
Es preciso que “los hombres volvamos a ser hombres. El ejemplo perfecto de hombre es Cristo”, dijo Fernando, uno de los asistentes. Cristo dio el ejemplo de hacer “lo que es correcto, lo que debe hacerse, aun sufriendo la mayor de las torturas que ha sufrido cualquier persona a lo largo de la historia”.
Hay una realidad preocupante y es que el hombre moderno lo que ha hecho ha sido evadirse de sus deberes y entregarse a los placeres terrenales, a los vicios, al camino fácil, al camino que no requiere ningún esfuerzo”.
Rosario de hombres.
📍Madrid(Pronto fotos) pic.twitter.com/WQdqa3Damx
— Iván Piña (@ivan_pinab) April 23, 2022
“Un hombre de verdad lo que hace es lo que es correcto, sin importar el costo personal que tenga sobre él”, afirmó Fernando.
Los organizadores dijeron que el Rosario de Hombres será rezado próximamente, aunque no dieron lukgar ni hora, probablemente de aquí a tres meses.
En Europa el Rosario de los hombres se ha propagado principalmente desde Polonia. En su sitio web, Rosario de los Hombres Polonia explica que “somos hombres que deseamos cumplir la voluntad de María, nuestra Madre y Reina. Queremos hacer exactamente lo que ella nos ha pedido a todos nosotros y nos pide constantemente. Su voluntad es la de su Hijo, Jesucristo, que es nuestro Señor y hermano”.
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