El sacristán asesinado deja dos niñas huérfanas.
Niza (30/10/2020 09:31, Gaudium Press) A medida que pasan las horas, se conocen más de los siniestros detalles que rodean el asesinato de tres personas en la catedral de Niza, Francia.
La señora que fue encontrada casi decapitada al lado de la pila de agua bendita se acercaba a los 70 años.
El sacristán degollado, Vincent Loques, tenía 41 años, y deja dos niñas huérfanas. Trabajaba en la basílica hace 10 años y era bastante apreciado. La segunda mujer asesinada, Simone Barreto Silva, que huyó hacia un café pero murió a causa de las heridas, era de origen brasileño, y tenía 44 años. Era madre de 3 hijos, y vivía en Francia desde hace 30 años.
El atacante, Brahim Aouissaoui, es un tunecino de 21 años, que había llegado a Francia vía la isla de Lampedusa, en septiembre pasado. Italia lo había sacado de su territorio.
El atacante no tuvo miedo en permanecer casi media hora en la iglesia, en su orgía de sangre. Cuando alertados, policías municipales fueron a la iglesia, el atacante los enfrentó con un chuchillo y entonces dispararon. Entre las pertenencias de Aouissaoui estaba un Corán y dos teléfonos, además de dos cuchillos no utilizados. Parece que el llegó a Niza la misma mañana del atentado o la noche anterior.
El alcalde de Niza, Christian Estrosi, dijo que el atacante seguía gritando ‘Allahu akbar’ (Alá es el más grande), incluso después de medicado.
Campanas en señal de luto
Ayer a las 3 pm, la campanas de las iglesias en toda Francia emitieron el “doblar de la muerte”, en señal de luto por el asesinato de las tres personas.
En declaración conjunta los obispos de Francia dijeron que “fue porque ellos [los asesinados] estaban en la basílica que esas personas fueron atacadas, asesinadas. Ellos representaban un símbolo a ser destruido”.
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