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“Las confortamos”. Las misioneras de la Madre Teresa fueron recibidas por el Obispo de Tilarán-Liberia, de rodillas.
Foto: Captura en Facebook Mons. Salazar
Redacción (08/07/2022 16:10, Gaudium Press) Mons. Eugenio Salazar Mora, Obispo de Tilarán-Liberia en Costa Rica, no solo recibió a las religiosas de la Madre Teresa expulsadas de forma intempestiva por el régimen de Daniel Ortega de Nicaragua, sino que tuvo bellos gestos con estas damas: se arrodilló ante ellas y a unas les besó la mano, mientras varias besaban su anillo episcopal.
En declaraciones sobre los hechos el Obispo dijo que se había enterado por los medios de comunicación de la posible expulsión de estas religiosas “del territorio nicaraguense después de muchos años de estar, teniendo tres casas de servicio a la comunidad”. En total eran 7 indias, 2 mexicanas, 1 española, 2 guatemaltecas, 1 ecuatoriana, 1 vietnamita, 2 filipinas y 2 nicaragüenses.
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Aunque las religiosas por su carisma prefieren la discreción sobre los motivos y circunstancias de su expulsión, Mons. Salazar sí constató que “pasaron momentos difíciles, de zozobra, de angustia, temerosas de su integridad física. Sabiendo que entre ellas hay religiosas de diferentes nacionalidades y algunas adultas mayores”.
“Estaban con mucha preocupación – continúa el prelado – hasta que llegaron al territorio costarricense. Si por ellas hubiera sido, se quedan en Nicaragua. Aman a Nicaragua, aman al pueblo nicaragüense, especialmente a los más pobres y necesitados”.
“Yo no veo en ellas culpa alguna”, destacó el Obispo de Tilarán-Liberia. “Sólo son mujeres, esposas de Jesucristo, consagradas, que sólo pretenden servir a los pobres, hacer muchas cosas que muchos otros no hacen. Pero bueno, esa es la vida del cristiano; también la visión martirial es parte de la espiritualidad cristiana”.
La diócesis está honrada en tenerlas
El Prelado habló del caluroso recibimiento que su diócesis quiso ofrecer a estas hermanas: “Las confortamos, secamos algunas de sus lágrimas. Y sobre todo escuché más a una de ellas, la superiora, para que pudiera expresarme todo lo vivido, que por respeto a ellas no hago público”.
El Obispo recordó la labor de atención a los más necesitados de las Misioneras de la Caridad, quienes tenían tres casas de atención social en Nicaragua, y pidió oraciones por el pueblo nicaragüense. También les dio una vez más la bienvenida al país y a la diócesis, manifestó su afecto y les dijo que ellas honraban con su presencia su jurisdicción. Ellas son ahí la representación de Jesucristo.
Terminó su alocución el prelado con el grito “¡Que Viva Cristo Rey!”
Justificativas para su expulsión
En su momento, la Dirección General de Registro y Control de Organismo sin Fines de Lucro del Ministerio de Gobernación nicaragüense, dijo que las Misioneras de la Caridad «ha incumplido con sus obligaciones” según la ley que las regula, a la par de incumplir la Ley de Lavado de Activos, el Financiamiento al Terrorismo y el Financiamiento a la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva». También el ejecutivo dijo que no estaban acreditada para funcionar como guardería, centro de desarrollo infantil o asilo de ancianos, ni tenía permiso para labores de reforzamiento de aprendizaje.
Con información de Aciprensa
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