“La dictadura vuelve a superar su propia maldad y su espíritu diabólico”, posteó Mons. Silvio Báez, exiliado en la Florida.
Redacción (19/08/2022 10:00, Gaudium Press) Después de conocerse que en las horas de la madrugada de hoy, la policía del régimen sandinista de Daniel Ortega entró forzadamente a la curia de Matagalpa y se llevó al Obispo, Mons. Rolando Álvarez, y compañeros, las reacciones no se han hecho esperar, a todo nivel.
Una de las más significativas y sentidas, fue la de Mons. Silvio Báez, nicaragüense exiliado en la Florida: “Con el corazón indignado y dolido condeno el secuestro nocturno de Mons. Álvarez. ¡Quienes lo sepan, digan dónde está mi hermano obispo! ¡Que sus secuestradores respeten su dignidad y lo liberen! De nuevo, la dictadura vuelve a superar su propia maldad y su espíritu diabólico”, posteó y fijó en su cuenta Twitter el Obispo auxiliar de Managua hace unas horas.
Pueblo rodea a su pastor
Otra reacción, muy significativa por lo espontánea y popular, ha sido la del pueblo de Ciudad Darío, también de la provincia de Matagalpa.
Después de conocerse el secuestro de Mons. Álvarez, la parroquia de la Ciudad hizo repicar las campanas, cuando aún no había despuntado el alba. El pueblo temió que su párroco, el P. Sebastián López, que ha sido bastante acosado por la dictadura Ortega, fuera también secuestrado, y se apresuró a rodear la parroquia. El P. López ya es famoso porque la policía impidió que los fieles asistieran a eucaristía matutina el pasado lunes, y el padre celebró en el atrio y repartió la comunión a través de una malla.
También ya se pronunció el Consejo Episcopal Latinoamericano – Celam, que en su cuenta twitter dijo: “#SOS #Urgente La Policía Nacional ha ingresado a la Curia Episcopal de nuestra Diócesis de #Matagalpa y se ha llevado a @DiocesisdeMat aún no se conoce su paradero @CENicaragua alertamos a la comunidad internacional y nos sumamos a la cadena de oración”.
También reaccionó el conocido P. Edwin Román, nicaraguense también exiliado en Miami: “Qué indignante, se han llevado a Monseñor Rolando Álvarez, con los sacerdotes que estaban con él. Basta ya de tanto silencio!, hablen quienes tienen que hablar y dar la cara, a eso se le llama pecado de omisión”, dijo el sacerdoteen redes sociales.
Comienzan también ahora a producirse las reacciones de la sociedad civil.
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