Es lo que afirma Die Tagespost. Pero la hija de Silvio Berlusconi le dijo que ya el ‘pan estaba en las panaderías’.
Redacción (13/01/2023 08:45, Gaudium Press) Revela Die Tagespost que Mons. Georg Ganswein, secretario personal de Benedicto y prefecto nominal de la Casa Pontificia, sí habría intentado parar la publicación de sus memorias junto al Papa emérito que llevan el título “Nada más que la verdad”, el escrito más esperado en la Iglesia en los últimos tiempos.
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Con esa intención Mons. Ganswein “se dirigió a la cúpula del Grupo Mondadori” editorial reconocida a nivel mundial y que publica Nient’altro che la verità, más específicamente a la propia “Marina Berlusconi, la hija de Silvio” Berlusconi, ex premier italiano, pero esta le había confirmado que la obra ya estaba “en los últimos canales de distribución” por lo que se no podía atender su solicitud.
¿Qué hace que una persona tan seria y experimentada en las tormentas de la opinión pública como Mons. Ganswein quiera detener la publicación de unas memorias que le habían costado sudores y donde le había ido el corazón? Ahí comienzan las hipótesis, particularmente las de recientes encuentros con el Secretario de Estado vaticano y con el propio Papa Francisco, quien lo recibió en corta audiencia el pasado lunes.
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De ese encuentro del secretario de Benedicto con Francisco solo trascendió de parte de Mons. Ganswein, lo que afirma el Corriere della Sera, la lacónica frase: “ahora debo callar”.
Poco después, los medios revelaban que por indicación expresa del propio Pontífice, le fue comunicado a Mons. Ganswein el mismo día del entierro de Benedicto que debía desalojar su residencia en el monasterio vaticano Mater Ecclesiae antes del 1 de febrero, lugar donde había asistido al Papa emérito desde el día de su renuncia. Como aún prefecto nominal de la Casa Pontificia, Mons. Ganswein tiene derecho a un apartamento, por lo menos mientras conserve ese cargo.
Por en cuanto, todo el affaire en torno a Nient’altro che la verità no hace sino aumentar el ya gigantesco interés por el libro, que ciertamente pronto verá la luz en las más diferentes lenguas. La agencia literaria de la obra se está dando el lujo de poner a competir en subasta a las editoriales internacionales, para ver quien se queda con el que ya es un best seller y toda una ‘bomba’, éxito de ventas garantizado de quien lo publique.
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