“Fátima estaba jugando en casa, salió para ir a una tienda, y ya no regresó».
Lahore (27/10/2020 11:59, Gaudium Press) El caso de la niña Fátima Arzoo Raja, de 13 años, católica, secuestrada, convertida por la fuerza al Islam, casada con un musulmán de 44 años, el mismo que la secuestró, ya alcanza cobertura global.
“Fátima estaba jugando en casa, salió para ir a una tienda, y ya no regresó. Tras su desaparición, la familia presentó una denuncia policial”. “La familia de la niña está en estado de shock y muy tensa. La conducta inapropiada de los policías en la comisaría es otro desafío para la familia, sumida en el sufrimiento y la desesperación”, expresa Nasir Raza, un activista de derechos humanos que está ayudando a la familia.
Fatima es de Karachi, y estaba estudiando séptimo grado. Su agresor, Ali Azhar, la raptó el 13 de octubre.
El día 14 de octubre un abogado del secuestrador visitó la comisaría de policía, y allí presentó documentos que validarían todo lo ocurrido con la niña. Estaba el paquete completo: una declaración juramentada supuestamente de autoría de Fátima, diciendo que se convierte dando fe de su libre voluntad de convertirse al islam y de contraer matrimonio; el ‘certificado de conversión al islam’ y el certificado de matrimonio.
Según diversos organismos, alrededor de 1.000 mujeres cristianas e hindúes son secuestradas anualmente para ‘convertirse’ al islam y luego casarse con su agresor. Es frecuente que las familias no denuncien el delito por miedo a mayores agresiones.
Un político católico, Anthony Naveed, está ayudando también a la familia: “Ofrecí asistencia jurídica a la familia y también he hablado con agentes de policía para el análisis y revisión del caso”. Anthony Naveed observa: “La denuncia presentada es débil porque se presenta contra personas desconocidas, pero ahora que se conocen más detalles, se debe agregar información correcta y se deben recordar las leyes de protección infantil y matrimonio infantil”.
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