Sin el Espíritu Santo la Iglesia es como un Parlamento, dijo el Papa

Francisco realizó la audiencia general hablando de la necesidad de que el Espíritu Santo sea explícitamente invocado como el motor de la misión.

Foto: Audiencia del 15-02-2023 Screenshot YouTube Vatican Media

Redacción (22/02/2023 09:32, Gaudium Press) En la audiencia general de hoy, audiencia de Miércoles de Ceniza y continuando sobre la serie sobre la Pasión por evangelizar, el Papa Francisco recalcó que la buena misión es solo posible bajo la acción de la gracia del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo debe estar presente de forma explícita en la misión, pues sin Él “todo queda sin alma” y si la Iglesia “no le reza y no lo invoca, se cierra en sí misma, en debates estériles y extenuantes, en polarizaciones desgastantes, mientras se apaga la llama de la misión”, dijo el Pontífice.

“Es Él el motor de la evangelización”, sentenció.

Planear, con datos humanos, pero con luces divinas

A la hora de planear la pastoral, Francisco considera importante considerar las investigaciones sociológicas, los análisis, la lista de las dificultades, la lista de expectativas y quejas. “Sin embargo, es mucho más importante partir de las experiencias del Espíritu: este es el verdadero punto de partida. Y por eso es necesario buscarlos, enumerarlos, estudiarlos, interpretarlos”.

Francisco evidencia la presencia del Espíritu Santo en el primer concilio de la Historia, el Concilio de Jerusalén, cuando se debatía si a los paganos que estaban llegando a la fe de Cristo se les debía imponer las prescripciones de la Ley mosaica, que incluía ritos como el de la circuncisión. Al final, “juntos, sin dividirse, a pesar de tener sensibilidades y opiniones diferentes, escuchan al Espíritu. Y Él les enseña una cosa que también es válida hoy: toda tradición religiosa es útil si facilita el encuentro con Jesús”, dice el Papa.

El Espíritu Santo es “la luz que orienta a la Iglesia: aporta claridad, ayuda a distinguir, a discernir”, continúa Francisco. “Por eso es necesario invocarlo a menudo; hagámoslo también hoy, al comienzo de la Cuaresma”. “Como Iglesia podemos tener tiempos y espacios bien definidos, comunidades, institutos y movimientos bien organizados, pero sin el Espíritu todo queda sin alma”. Sin el Espíritu Santo, la Iglesia se aviene en Parlamento.

Las preguntas que hay que hacerse

“Intentemos preguntarnos, cada uno de nosotros, si nos abrimos a esta luz, si le damos espacio: ¿invoco al Espíritu? Todos contestan adentro. ¿Cuántos de nosotros oramos al Espíritu? (…) ‘¿No oráis al Espíritu, que es el que hace mover vuestro corazón, el que os lleva adelante, el consuelo, el que lleva adelante vuestro deseo de evangelizar, de hacer misión?’. Les dejo esta pregunta: ¿Le rezo al Espíritu Santo?”.

Con información de Vatican News