Subastan un cuadro de Fra Angelico

La Crucifixión de Fra Angelico fue vendida por la casa de subastas Christie’s por más de £ 5 millones.

Foto: Christie’s

Redacción (07/07/2023 09:40, Gaudium Press) La obra pionera de Fra Angelico, La Crucifixión, con la Virgen María, San Juan Bautista y Santa María Magdalena a los pies de la Cruz, fue vendida ayer, 6 de julio, por la casa de subastas Christie’s, en Londres, por más de 5 millones de libras esterlinas, un nuevo récord de subasta para este pintor, a un comprador desconocido.

Las obras de Fra Angelico en subasta son raras, solo se han registrado dos este siglo, ya que sus pinturas todavía están, en su mayor parte, clavadas en las paredes. De hecho, muchos se encuentran en el convento de San Marcos en Florencia.

Este panel fue descubierto y publicado por Francis Russell, vicepresidente de Christie’s en el Reino Unido, en el Burlington Magazine, en mayo de 1996. El descubrimiento despertó un gran interés entre los académicos. La obra ya había sido atribuida a Lorenzo Monaco, en cuyo taller Fra Angelico habría sido aprendiz. Se cree que el panel fue adquirido por William Bingham Baring, segundo Lord Ashburton, en el siglo XVIII.

Fra Angelico, explica Christie’s, “fue uno de los primeros pintores en aprender las lecciones de la escultura contemporánea y esta obra presenta su importante evolución en perspectiva pintada: representando la cruz en línea recta, en una perspectiva correcta y lógica, sin la falsa adición de mostrar la profundidad de la parte derecha de la cruz, que era estándar en ese momento. La obra transmite una expresión emocional e intensidad que se amplifica por el ejemplar estado original de las figuras que, al no haber sido limpiadas en los últimos tiempos, brindan al espectador del siglo XXI una extraordinaria oportunidad de experimentar el maravilloso sentido del color del artista”.

Al tomar sus votos como fraile dominico en el pequeño pueblo de Fiesole, en las afueras de Florencia, Guido di Piero adoptó el nombre de Fra Giovanni da Fiesole. Como pintor, el fraile no tenía rival. Giorgio Vasari lo describió como poseedor de “un talento raro y perfecto”, y de gran impacto en la pintura y la historia del arte del Renacimiento florentino. Su piedad y modestia le valieron el nombre póstumo de “Fra Angelico” o “Bendito Angelico” y, en 1982, el Papa Juan Pablo II lo beatificó, reconociendo formalmente la dedicación del pintor a Dios durante su vida.