En entrevista a La Croix habla de “calumnia”, “difamación” y plantea discriminación por su condición femenina.
Redacción (14/12/2021 09:30, Gaudium Press) El titular de Paris Match hizo carrera, pues reunía todos los requisitos: Un Arzobispo, conservador, de una de las ciudades más importantes del mundo, París, que sucumbía a uno de las eternas debilidades o tendencias de la raza humana, eso que hoy llaman “amor”.
En un “video exclusive”, titulado “Monseigneur Aupetit, perdu par amour” (Mons. Aupetit, perdido por amor), el magazine francés reproduce escenas del prelado saliendo de un café con la teóloga Laetitia Calmeyn: “En alguna parte de los Yvelines [afueras de París], Paris Match siguió a Mons. Aupetit”, dice ‘misterioso’ el texto que acompaña las imágenes.
“A su lado una mujer, Laetitia Calmeyn, teóloga belga. Ella enseña en el colegio de los Bernardinos”, sigue la revista. “El arzobispo de París habría mentido por omisión sobre sus relaciones femeninas”. Luego el video reproduce imágenes de las palabras del Papa en su regreso a Roma de Atenas, en las que explica las razones para aceptar la renuncia del Arzobispo. Días atrás Le Point había publicado un correo que contiene expresiones ambiguas, que el Arzobispo habría dirigido a una secretaria en el 2012, persona por tanto diferente a la teóloga Calmeyn, escrito que desencadenó todo el asunto.
Reacciona la teóloga
Pero la teóloga no se ha quedado callada y ha concedido una entrevista a La Croix, en la que expresa su indignación por el abordaje que hizo Paris Match de las imágenes de las que es protagonista.
“Si yo hubiese sido un hombre, la cuestión de la amistad con Mons. Aupetit no se habría puesto”, titula La Croix esa entrevista.
Laetitia, virgen consagrada en la diócesis de París en el año 2013, es además doctora en Teología, fue consultora de la congregación de la doctrina de la fe, y funge como directora del Instituto Superior de Ciencias Religiosas, entidad formativa que otorga títulos de pregrado y posgrado. Es pues una persona importante en la Iglesia de Francia.
Y ahora ella amenaza con acciones legales contra Paris Match, por “difamación”, “calumnia”, “invasión de la intimidad”. Resalta ella el “trauma” y el “shock” que le produjo las insinuaciones de Paris Match. De hecho, en lo publicado por la popular revista no existe nada de ‘anormal’. La teóloga habla de robo de imágenes y un “montaje” creado para “sugerir sospecha”, además de explayarse ampliamente sobre el trato discriminatorio que le concede Paris Match por su mera condición femenina.
Y aunque Paris Match haya cuidado el lenguaje usado, ya son numerosas las expresiones autorizadas que afirman que si la teóloga inicia procesos legales, estas tienen buena posibilidad de llegar a buen término, tanto para su honra como para su bolsillo. ¿Los iniciará?
Por en cuanto, queda en la memoria que Mons. Aupetit, en su misa de acción de gracias el viernes pasado en San Sulpicio, y parafraseando el titular de Paris Match sí dijo que su vida se había perdido por amor, pero a Cristo, y que en esa línea gustoso la volvería a perder.
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