Teresita y Juana

Dos sublimes flores de Francia / parecen competir en magnificencia, / no se iluda ingenuo el neófito; / relucen mejor si se complementan.

Redacción (01/10/2023 07:54, Gaudium Press)

Dos sublimes flores de Francia / parecen competir en magnificencia, / no se iluda ingenuo el neófito; / relucen mejor si se complementan.

Arquetipos inigualables, cristal y acero se funden, / En ellas la historia es poesía, y la poesía, leyenda.

Teresita, Juana en la clausura, / Juana, Teresita en la guerra.

Con extremos de cariño sembró el Jardinero, / junto a la pequeña blanca flor, / la lis dorada del reino. / Con torrentes de inocencia regó la tierra / que vio florecer junto alegre campesina, / una pequeña reina.

Cristalinas miradas, bañadas por virginal rocío, / no tardarán en derramar lágrimas, / en divino y providencial tormento. / Quien está destinado para la batalla, / para derrotar milicias e infiernos, / inevitablemente necesitará, precoz adiestramiento.

Teresita, Juana en la clausura, / Juana, Teresita en la guerra.

Niña oculta en el lejano bosque de Domrémy, / llamada a ser por todos aclamada salvadora del reino; / y otra infanta para quien el mundo se muestra halagador, / convocada a ser olvidada en la oscuridad de un convento.

Obediente y marcial partió a la gloria, / la simple pastorcilla; / la bella joven de los Buisonnetes, / se dispuso a la humillación, / para ser del Señor la prometida.

Uno solo es el camino que al paraíso lleva, / hacer la voluntad de Dios, / en su entera dependencia, / aprender a amar en nuestro campo, / la lucha en sí, sea cual sea.

Teresita, Juana en la clausura, / Juana, Teresita en la guerra.

La dulce y piadosa Pucelle tomó sus armas / estandarte, espada, vestido de hierro; / En versos proclamó Teresita sus beligerantes votos:(1) / ilibada castidad, pobreza absoluta, perfecta obediencia; / que para ella serán escudo, coraza, y afilado acero.

Siendo mítica guerrera, sin igual en su epopeya, / de los cantares de gesta, superó la fantasía y grandeza. / Su par, contrario armónico, fundadora de la pequeña vía, / en una entrega de amor total, el heroísmo se hizo vivencia.

Dichoso camino en el cual cada gesto, entrega, / lucha, derrota, silencio, palabra, mirada, latido, / siendo amor es oración y holocausto infinito.

En el corazón de la Santa Iglesia, / causando angélico asombro se completan, / incendio de amor y espada invicta, / virginales esposas, mártires y profetas.

Teresita, Juana en la Clausura, / Juana, Teresita en la Guerra.

Por J. V. Irwing

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1- Referencia al poema escrito por Santa Teresita de Liseaux, “Mis armas”.