Sobre ese tema hablaron los obispos texanos y el Arzobispo de San Francisco.
Redacción (09/09/2021 15:49, Gaudium Press) Tras la entrada en vigor de la ley provida en Texas, que impide que se realicen abortos después de que pueda detectarse la actividad cardíaca del niño por nacer – lo que ocurre comúnmente en la sexta semana de gestación –, la progresía abortista americana con el presidente Biden a la cabeza puso el grito en el cielo, como era de esperarse.
Biden incluso llegó a desdecirse de afirmaciones hechas por él en el pasado, como de que sí creía que la vida humana inicia en la concepción, para ahora manifestar que eso no es así, y amenazar con que pondría a toda su administración en pie de lucha para revertir los efectos de la ley estatal texana.
Leer también: Biden dice que compromete a todo su gobierno para garantizar el aborto en Texas
Era también de esperarse que junto a los portavoces del aborto en los EE.UU., la mayoría de la gran midia, que se alinea con esos postulados, presentase a la administración texana como, grupo de atrasados, favorecedora de los abortos ilegales, perseguidora de las mujeres, etc.
Centenas de millones de dólares en ayudas
Sin embargo, como reporta el Catholic News Service y recuerda la Conferencia Católica de Texas, ese estado “ha invertido centenas de millones de dólares en programas para mujeres embarazadas y familias”. Se refieren los Obispos Católicos texanos a los programas subvencionados por el estado de Alternativas al Aborto, los cuales comenzaron en el año 2005.
“Cientos programas de apoyo al embarazo y la paternidad y servicios de adopción en nuestro estado, ofrecen recursos prácticos a las mujeres y familias enfrentando circunstancias avasalladoras”, manifestaron los obispos en ese sentido el pasado 3 de septiembre, poco después de entrada en vigor de la ley.
Afirmaron igualmente los prelados que cualquier persona en las parroquias deben saber adónde pueden referir a una mujer embarazada con necesidades, y que en ese sentido las parroquias son islas de defensa de la vida humana.
Por su parte Mons. Salvatore Cordileone, Arzobispo de San Francisco, en una nota publicada en el Washington Post, dio cifras concretas y afirmó que “el estado está invirtiendo $ 100 millones de dólares para ayudar a las madres financiando centros de embarazo, agencias de adopción y hogares de maternidad y brindando servicios gratuitos que incluyen asesoramiento, ayuda para padres, pañales, métodos y capacitación laboral para las madres que quieren tener a sus bebés”.
Actualmente hay 22 clínicas de aborto en Texas y más de 200 centros de atención al embarazo. Uno de estos centros – el Centro de recursos para el embarazo y la familia Flourishing Tree – incluso es parte de una asociación con la diócesis de Fort Worth.
Terri Schauf, coordinadora de Respeto a la Vida de esta diócesis texana, afirmó: “Los centros de embarazo están realmente a la vanguardia del ministerio provida, ayudando a las mujeres directamente necesitadas cuando tienen un embarazo en crisis o un embarazo inesperado”.
Deje su Comentario