Un sacerdote de Nuevo México, EE.UU., viajará a Polonia a la beatificación de la familia, con la que tiene parentesco.
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Redacción (07/09/2023 16:17, Gaudium Press) Un sacerdote de Nuevo México, EE.UU., viajará a Polonia a la beatificación de una familia con la cual tiene lazos genealógicos. Es la primera vez que una familia entera será beatificada junta, incluyendo a un bebé que nace en el momento en que se asesina a su madre.
En 1944, los Nazis ejecutaron brutalmente a la devota familia católica constituida por Józef y Wiktoria Ulma y sus siete hijos, por esconder a ocho judíos en su casa, en las afueras de la población de Markowa, en el suroriente de Polonia.
El Padre Michael Niemczak, sacerdote de la Arquidiócesis de Santa Fe, Nuevo México, EE.UU., y coordinador de la formación propedéutica en el Seminario Mount Angel, en Oregon, le dijo a CNA que viajará en plan de peregrinación a varios sitios en Polonia, culminando con su participación en la Misa de Beatificación.
La Misa el 10 de septiembre tendrá lugar en Markowa, con una asistencia estimada entre 30.000 y 50.000 personas. Cerca de 1.000 sacerdotes y 80 cardenales y obispos concelebrarán la Misa campal, marcada para las 10 a.m. en el horario local.
Nacido en los EE.UU. de inmigrantes polacos, el Padre Niemczak es pariente de la familia Ulma: su bisabuelo, Jan Miemczak, era primo de Wiktoria, la matriarca.
La policía Nazi asesinó a Wiktoria, de 31 años, y a Józef, de 44 años, afuera de su casa. Después dispararon y asesinaron a Stanislawa, de 7 años; Bárbara, de 6; Wladyslaw, de 5; Franciszek, de casi 4; Antoni, de 2 y María, de 1 año.
Entre los nueve miembros de la familia asesinados también estaba el séptimo hijo de Józef y Wiktoria, a quien todavía no había sido dado un nombre antes de los asesinatos de los Nazis. El Vaticano confirmó que Wiktoria lo dio a luz prematuramente cuando fue asesinada y el bebé nació en el momento de su muerte.
“Sabemos que ese fue un niño hecho a imagen y semejanza de Dios, que participó de una manera misteriosa en el ofrecimiento de la vida hecho por su familia. Hay algo muy bello en la decisión de Józef y Wiktoria, al decidir enseñar a sus hijos la dignidad de toda vida humana, no solo con palabras, sino con las obras”, dijo el Padre Niemczak.
El Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, le dijo a Vatican News que, aunque el niño nunca fue bautizado, su caso excepcional constituyó lo que el Catecismo describe como “bautismo de sangre”, haciendo eco de la historia de los Santos Inocentes en los Evangelios.
El Padre Witold Burda, postulador de la causa de la Familia Ulma, dijo que, en una Biblia encontrada dentro de la casa de los Ulma, la parábola del Buen Samaritano había sido subrayada con un lapicero rojo.
“Yo creo que eso es algo de lo cual los polacos se enorgullecen hoy en día y se dan cuenta, de que hubo muchas más familias como la Familia Ulma. Ellos simplemente están viendo la decisión heroica que muchas más personas anónimas tomaron”, dijo el Padre Niemczak.
El Padre dijo que está emocionado de servir como sacerdote durante la beatificación, y planea escuchar confesiones de los peregrinos durante la visita. Dijo que, cuando regrese a EE.UU., espera animar a los seminaristas que él ayuda a convertirse en “esos sacerdotes en el trasfondo, que permiten que las personas se conviertan en esos santos que Dios quiere que sean”. Después de todo, dijo, es evidente que algún sacerdote estuvo por detrás de la historia de los Ulma, ocupándose de las necesidades espirituales de Józef, Wikoria y la familia. (Con informaciones de CNA)
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