Y … ¿Por qué la Ceniza? La Ceniza es ante todo un símbolo que se remota a la Iglesia primitiva.
Redacción (02/03/2022 08:53, Gaudium Press) Hoy es Miércoles de Ceniza, día que marca el inicio del tiempo de Cuaresma: cuarenta días que convocan a la conversión del corazón, poniendo en práctica diversas formas de penitencia, como son el ayuno, la oración y la limosna.
Y … ¿Por qué la Ceniza? La Ceniza es ante todo un símbolo que se remota a la Iglesia primitiva, propio de los antiguos ritos, cuando las personas se sometían a la penitencia canónica colocándose ceniza en la cabeza como gesto y con el sentido reconocer su propia fragilidad y la necesidad de la misericordia de Dios.
La propia palabra Ceniza proviene del latín “cinis”, que representa el producto de la combustión de un elemento por el fuego. De ahí que simbolice la muerte, lo que acaba, así como la actitud humilde y la penitencia. Ella también recuerda de donde viene el hombre y cual es su fin, tal como está escrito en el Libro del Génesis 2, 7: “Dios formó al hombre con polvo de la tierra”.
Así, la Iglesia ha conservado la imposición de la Ceniza, no tanto como un símbolo visible y exterior, sino como un signo de la actitud del corazón penitente y el llamado a la conversión que todo bautizado está invitado durante el tiempo de Cuaresma.
Al respecto, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia, en lo que refiere al Miércoles de Ceniza, señala: “Se debe ayudar a los fieles, que acuden en gran número a recibir la Ceniza, a que capten el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual”.
Con el inicio de la Cuaresma en el Miércoles de Ceniza se convoca asimismo a los fieles a vivir diversas formas de penitencia interior que ayudan a disponer el corazón a la conversión.
De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica, en el número 1434, “la penitencia interior del cristiano puede tener expresiones muy variadas. La Escritura y los Padres insisten sobre todo en tres formas: el ayuno, la oración, la limosna, que expresan la conversión con relación a sí mismo, con relación a Dios y con relación a los demás”.
Acompañando el símbolo de la Ceniza, para los cristianos mayores de 18 años y menores de 60, es de carácter obligatorio el ayuno y la abstinencia el Miércoles de Ceniza, así como el Viernes Santo. La práctica del ayuno trata de una comida fuerte al día.
Cenizas provenientes de un símbolo de gloria
Las cenizas que se utilizan dentro del Rito de la imposición de la Ceniza proceden de las palmas utilizadas durante el Domingo de Ramos del año anterior, que son rociadas con agua bendita y aromatizadas también con incienso. Luego, ya cuando las palmas se queman y se hacen las cenizas, ellas, como un sacramental, son bendecidas solo por el sacerdote o el diácono.
La Ceniza se impone en la frente de los fieles, por lo general en el contexto de la Eucaristía del Miércoles de Ceniza. Lo hace el sacerdote, con la ayuda de laicos, realizando el signo de la Cruz mientras pronuncia las palabras bíblicas: “Conviértete y cree en el Evangelio” o “Acuérdate que eres polvo y en polvo de convertirás”.
Este símbolo se puede imponer sin la necesidad de la celebración de la Misa, siempre y cuando se preceda el Rito de imposición con la Liturgia de la Palabra. Lo pueden recibir también las personas que no son católicas, puesto que se trata de un sacramental y los sacramentales, como explica el Catecismo de la Iglesia Católica en el número 1670, “no confieren la gracia del Espíritu Santo a la manera de los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia preparan a recibirla y disponen a cooperar con ella”.
Con información de Catecismo de la Iglesia Católica, Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia, y Aciprensa.
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