Los rusos vigilan de cerca las conexiones de los creyentes que quieren asistir a misas u otros servicios a través de Internet.
Redacción (02/06/2023 15:20, Gaudium Press) Mons. Jan Sobiło es obispo auxiliar de la diócesis de Kharkiv-Zaporizhia, en Ucrania, desde 2010. Después de la invasión rusa de Ucrania el año pasado, que afectó a la parte oriental de su diócesis, permaneció entre los fieles, brindando ayuda espiritual y comprometiéndose en la organización para brindar ayuda material.
Sin embargo, Mons. Jan Sobiło ahora le dice a Radio Vaticano que la vida pastoral ha sido suspendida porque ya no es posible celebrar Misa en los territorios ocupados por los rusos.
“Un sacerdote no puede entrar allí, e incluso si lo hiciera, no estamos seguros de que regresaría con vida. Además, la mayoría de los católicos que residían en esta zona se marcharon cuando estalló la guerra. Pero algunos pensaron que la guerra terminaría pronto y se arriesgaron a quedarse allí. En este momento lamentan no haberse ido, sobre todo porque están privados de los sacramentos. Pasaron dos Pascuas y Navidad sin confesión ni Comunión. Y hoy es imposible salir de allí. Habría que intentar pasar por Turquía o Moscú, lo que es prácticamente imposible” – subrayó Mons. Sobiło – “Ellos solo tienen conexión a Internet y a veces encuentran una Santa Misa en línea y participan de cualquier manera, aunque saben que están bajo vigilancia por los servicios especiales”.
El obispo de Zaporizhia recuerda que dos sacerdotes redentoristas greco-católicos fueron secuestrados en noviembre del año pasado. Pasaron por un período de tortura, pero ahora se encuentran en condiciones más dignas. Los rusos esperan poder canjearlos por sus oficiales en cautiverio ucraniano.
El prelado observa que, en las zonas controladas por Ucrania, a pesar de la guerra, el ministerio pastoral funciona con normalidad. “Los sacerdotes no huyeron y las monjas se quedaron. Las personas pueden asistir a la Santa Misa, recibir visitas los enfermos y recibir ayuda humanitaria”.
El obispo Jan Sobiło agradece el apoyo recibido del exterior, que también da frutos espirituales.
Con información de Vatican News.
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