Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, Basílica de Letrán, Basílica de Santa María la Mayor.
Fotos: Vatican News
Redacción (26/05/2025 09:20, Gaudium Press) El Papa león XIV tuvo ayer una jornada nutrida, intensa.
En la jornada de la mañana rezó el Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, con multitud de peregrinos, donde trató de los regalos que hace el Espíritu Santo quien nos hace experimentar, incluso en la vida cotidiana, la presencia y cercanía de Dios.
“En todo aquello a lo que el Señor nos llama, tanto en el camino de la vida como en el de la fe, a veces nos sentimos insuficientes”, afirmó el Papa León. “Sin embargo justamente el Evangelio de este domingo nos dice que no debemos fijarnos en nuestras fuerzas, sino en la misericordia del Señor que nos ha elegido, seguros de que el Espíritu Santo nos guía y nos enseña todo”, expresó el Pontífice.
En San Juan de Letrán
Ya en las horas de la tarde, tras ser homenajeado por el alcalde de la ciudad en el Capitolio, el Papa Prevost tomó posesión oficial como Obispo de Roma, lo que se realiza en la Basílica de San Juan de Letrán, que es justamente la catedral de este obispado.
“La Iglesia de Roma es heredera de una gran historia, arraigada en el testimonio de Pedro, Pablo e innumerables mártires, y tiene una única misión, muy bien expresada por lo que está escrito en la fachada de esta Catedral: ser Mater omnium Ecclesiarum, Madre de todas las Iglesias”, expresó el Papa.
León XIV repitió las palabras de su predecesor Francisco sobre la “dimensión materna de la Iglesia”, invitando a los fieles a reflexionar sobre ella: ternura, disponibilidad al sacrificio y capacidad de escucha. “Son rasgos que deseamos ver crecer en todo el Pueblo de Dios, y también aquí, en nuestra gran familia diocesana: en los fieles y en los pastores, comenzando por mí”, dijo León XIV.
En Santa María la Mayor
Después de tomar posesión en la Basílica de Letrán, León XIV, se dirigió a la Basílica de Santa María la Mayor, en donde se conserva el cuadro de la Virgen Salus Populi Romanii, en la capilla paulina.
Después de ofrecer flores al antiguo icono mariano y cantar el Magnificat, el Papa se detuvo a orar ante la tumba de su predecesor, y luego salió a la loggia de la basílica a saludar a los peregrinos que ahí habían acudido.
“Hermanos y hermanas, ¡la paz sea con ustedes! Gracias por estar aquí en este momento en que celebramos, todos reunidos como miembros de la Diócesis de Roma, la presencia de su nuevo obispo. Me alegra mucho encontrarlos aquí y les agradezco de todo corazón”, dijo.
El Papa extendió su agradecimiento “a todos los que sirven en esta Basílica, a los dos cardenales que están aquí conmigo hoy y a muchos otros que fielmente nos ayudan a vivir nuestra vida de oración y devoción”.
Con estas dos visitas de ayer, el Papa ya ha acudido a las cuatro basílicas mayores de Roma.
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