Llamados a la altísima vocación del sacerdocio, los sacerdotes deben sentir alegría en la misión que les ha sido confiada.
Redacción (18/10/2022 09:16, Gaudium Press) El Obispo emérito de Nanterre, Francia, monseñor Gérard Daucourt, ha publicado un libro cuyo título ya llama la atención: Sacerdotes en pedazos (Prêtres en morceaux).
La obra del obispo Daucourt aborda las dificultades y los problemas a los que se enfrentan los sacerdotes diocesanos, particularmente en Francia.
Sobrecarga de trabajo pastoral
Entre las primeras dificultades que señala el libro está la sobrecarga de trabajo. Con escasez de sacerdotes, muchos son los presbíteros que deben cuidar decenas de iglesias.
A finales de 2020, la Conferencia Episcopal Francesa realizó una encuesta sobre la salud de los sacerdotes. Se entrevistó a unos seis mil de ellos.
La encuesta reveló que uno de cada cinco sacerdotes tenía una sobrecarga de trabajo permanente; y uno de cada dos sacerdotes dijo que ocasionalmente estaban sobrecargados de tareas.
La encuesta mostró que los sacerdotes tenían una carga de trabajo promedio de 58 horas a la semana, lo que lleva al agotamiento físico.
El Informe sobre el Abuso Sexual en la Iglesia
Además de las dificultades físicas, los sacerdotes enfrentan adversidades morales, psicológicas y espirituales.
Hace aproximadamente un año se publicó el informe sobre los abusos sexuales en la Iglesia en Francia. Después del impactante resultado de la cantidad de abusos, las conferencias episcopales de otros países también salieron al campo para investigar los casos de abuso.
La publicación del informe debilitó mucho la moral de un clero tantas veces criticado y que se convirtió, más que antes, en objeto de sospecha.
Desmotivados por el sínodo
Debilitados por las denuncias de abusos y poco animados dentro de la Iglesia, algunos sacerdotes diocesanos se quejan de la falta de apoyo y de las constantes críticas.
De hecho, en un informe reciente, el diario La Croix muestra que algunos sacerdotes no acogen con beneplácito el desarrollo de la fase de escucha del sínodo.
“Con el pretexto de combatir el clericalismo, el proceso de consulta a los laicos ha cuestionado, a veces con violencia, nuestra forma –ciertamente imperfecta– de ejercer nuestro ministerio”, confió un sacerdote al diario francés.
Las dificultades en las relaciones, la comprensión y, no pocas veces, la falta de apoyo de los respectivos obispos pueden ser una carga pesada de llevar.
En el último Congreso Misionero, evento católico que se desarrolla en algunas ciudades francesas, el cardenal Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, confió a los sacerdotes presentes que habló con el Papa sobre la expectativa que tienen los sacerdotes de sentirse apoyados.
Aislamiento social
Casi al otro lado de las dificultades de relación, hay una dificultad que enfrentan muchos otros sacerdotes: aquellos que viven en aislamiento, como recuerda la obra del arzobispo Daucourt.
Si vivir solo puede facilitar la vida de oración y meditación, por otro lado, este estado puede convertirse en aislamiento.
Además, la laicidad de la sociedad actual es tan grande que el sacerdote, una vez visto con admiración y respeto, ha llegado a enfrentarse, muchas veces, con ataques violentos de quienes lo desprecian. (FM)
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