Virgen de la Caridad del Cobre: ¿Patrona de las protestas en Cuba?

Imágenes de la patrona de Cuba se han mezclado con los gritos de “¡Libertad!”, y de “¡Patria y Vida!” de los manifestantes.

Redacción (14/07/2021 17:06, Gaudium Press) A pesar del bloqueo informativo sobre lo que ocurre en Cuba – apalancado principalmente por el control de los medios de comunicación nacionales por parte del gobierno y la suspensión de los servicios de internet – los ojos del mundo entero siguen atentos a los acontecimientos en la isla, por el carácter singularísimo de las manifestaciones ocurridas en estos días contra el régimen, manifestaciones generalizadas, sorpresivas, con repercusiones en el mundo entero, y también brutalmente reprimidas por el gobierno comunista.

Pero entre los muchos datos que siguen llegando desde la isla-prisión, hay uno que atrae la atención y levanta la esperanza de muchos católicos: a pesar de la persecución abierta o velada contra la religión, parece que los manifestantes anti-régimen tienen una altísima patrona, la Virgen de la Caridad, que en Cuba se le suma el ‘apellido’ del Cobre, la Virgen de la Caridad del Cobre.

Y no es solo porque desde el Santuario de Miami que lleva este nombre se hayan lanzado mensajes de aliento al pueblo cubano, y de indignación por los atropellos que ese pueblo ha sufrido en estos días. O porque el P. Cástor Álvarez, de la Arquidiócesis de Camagüey – detenido el domingo y posteriormente liberado tras gestiones de su obispo – haya bendecido a manifestantes con una imagen de la Virgen de la Caridad. Es porque el pueblo de Cuba aun tiene fe en ‘La Cachita’, y confía en su ayuda en estas muy difíciles circunstancias.

Imágenes de la Virgen se han mezclado con los repetidos gritos de “¡Libertad!”, y de “¡Patria y Vida!”, grito que contraría el socialista de “Patria o Muerte”.

Una crítica situación

Es claro, que si a pesar del omnipresente aparato represivo presente en la isla, los cubanos han salido a marchar, es porque la situación es crítica: En el último año la ya paupérrima economía cubana se contrajo en un 11% y los contagios por la pandemia están disparados. Cuba se ha negado a recibir ayuda humanitaria, inclusive se ha negado a recibir donaciones de vacunas de organismos internacionales. Y en esa crítica situación, cuando ya no parece haber razones humanas de esperanza, los cubanos acuden a la Virgen.

Pero el pedido no es sólo para que mejore la situación económica, sino por un cambio de régimen, que incluya la libertad de religión: “No hay libertad de expresión, no hay libertad de religión, no hay libertad de nada”, el pueblo “ya ha tenido suficiente, y cuando tú has tenido suficiente, es cuando pierdes el miedo”, dice Ramón Dominguez, presidente de los municipios de Cuba en el exilio.

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Hasta el momento los reportes informales dicen que van 171 personas detenidas en el marco de las manifestaciones. Ha tenido mucha visibilidad la detención de la corresponsal del diario español ABC y de una famosa influencer, en el momento en que estaba dando declaraciones a un medio también español. Pero a pesar de las manifestaciones de fuerza aplastante del gobierno, hay rumores de que no todo es compacto allí: se afirma que el viceministro de gobierno ha renunciado, y que algunos miembros de la familia Castro han salido del país.

Comunicado de los obispos

El pasado 12 de julio los obispos de Cuba emitieron una comunicación, declarando que no podían “cerrar los ojos o entornar la mirada, como si nada estuviera sucediendo, ante los acontecimientos que ha vivido nuestro pueblo”. Expresan que entienden “que el Gobierno tiene responsabilidades y ha tratado de tomar medidas para paliar las referidas dificultades” que aquejan a Cuba, pero también comprenden “que el pueblo tiene derecho a manifestar sus necesidades, anhelos y esperanzas y, a su vez, a expresar públicamente cómo algunas medidas que han sido tomadas le están afectando seriamente”.

El comunicado ha recibido todo tipo de comentarios, elogiosos por haber sido emitido en un ambiente represivo y de especial tensión, y también críticas, como por ejemplo la del disidente cubano Carlos Payá, quien dice que no fue lo suficientemente lejos al condenar los llamados del gobierno y los pasos hacia la violencia, que no enfatizó suficientemente los llamados de los manifestantes a la libertad y el cambio político, y que trazó una falsa equivalencia entre las dos partes.

“La Iglesia tiene que ser un faro donde la gente pueda mirar”, dice Payá, señalando el papel que jugó la Iglesia Católica para poner fin al comunismo en Polonia en la década de 1980. Reconoce que manifestaciones masivas similares en Venezuela en 2019 no lograron un cambio duradero, y le preocupa que algo similar pueda suceder en Cuba si la Iglesia no está dispuesta a “dar un paso adelante”.

Parecería que tras la represión y la muy poca presión internacional al régimen comunista para que permita las libertades, este sería otro fallido intento de los cubanos por liberarse de un yugo de más de seis décadas. Pero lo ocurrido ya es una victoria, que ha debilitado la izquierda mundial simpatizante del castrismo y que ha hecho que el mundo entero vuelva sus ojos hacia la terrible realidad cubana.

Y si verdaderamente los cubanos confían su destino a la Reina del Cielo y la Tierra, ella no dejará de atender su clamor, de una u otra manera.

Con información del National Catholic Register