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La próxima visita del Cardenal Zuppi, parecería con muy poco margen de maniobra.
Cardenal Zuppi, en su reciente encuentro con Zelenski – Foto: Screenshot Video Newsonline
Redacción (27/06/2023 10:07, Gaudium Press) ¿Cuál es la actual situación de Rusia y específicamente la del gobierno ruso, tras la incursión relámpago del grupo paramilitar Wagner, que alcanzó a estar a 300 kms de Moscú? Hay muchas visiones, que no llegan a ser definitivas, en buena medida por el secretismo que aún reina en ese país.
Sin embargo, en lo que más o menos coinciden los analistas, es en que la debilidad de Putin es un hecho o ya lo era y quedó manifiesta.
En ese contexto de debilidad, la Santa Sede ha expedido el siguiente comunicado:
“Se comunica que en los días 28 y 29 de junio de 2023, el Cardenal Matteo Maria Zuppi, Arzobispo de Bolonia y Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, acompañado de un Oficial de la Secretaría de Estado, cumplirá una visita a Moscú, como enviado del Papa Francisco. El objeto principal de la iniciativa es animar gestos de humanidad, que puedan contribuir a favorecer una solución a la trágica situación actual y encontrar vías para alcanzar una justa paz”.
Esa visita del Cardenal Zuppi, a la que Moscú se había mostrado reticente, podría ser favorecida por la debilidad mencionada, y las iniciativas militares que ahora desarrolla Ucrania aprovechando los rezagos de confusión militar por la intentona Wagner.
Entre tanto, el problema siempre será lo que las partes implicadas consideren la “justa paz”.
La visita del purpurado italiano estará teñida con las declaraciones muy recientes de Mons. Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de los Ucranianos, quien con una franqueza no tan común a ese nivel dijo, palabras más, palabras menos, que la actitudes del Papa Francisco con relación al conflicto que ensangrienta su país no son comprensibles para los ucranianos, y no gustan, pues no ha condenado claramente al agresor, Rusia.
Aún resuenan las palabras del primer ministro ucraniano, el ex actor Zelenski, cuando en el marco de conversaciones sostenidas con Zuppi, a inicios de junio –ahora, tras la intentona Wagner, Zelenski se debe sentir más fuerte–, dejó claro que la única paz que aceptaría Ucrania sería la del retiro de las tropas rusas, cese de hostilidades y la restauración de las fronteras como existían antes de la guerra, para comenzar.
Y esto es algo que parecería un imposible para Putin, pues si bien es cierto que su actual debilidad per se lo haría tendiente a ceder, esa misma debilidad acentuada por una derrota en la mesa de negociaciones, podría convertirse en alimento para lobos internos que amenazen devorarlo. El tigre que está débil; podría convertirse en un apreciable gatito. Pero si se ve amenazado en su vida también podría lanzar los más duros zarpazos.
Las preguntas adecuadas parecerían ir más dirigidas hacia el conjunto interno de Rusia, a los apoyos con los que ahora cuenta el propio Putin. ¿Sigue Rusia apoyando la guerra? Hasta hace poco las noticias decían que más de un 70% de la población lo hacía, pero esto porque, influidos por la monopólica propaganda televisiva, creían que todo iba bien en el frente de batalla. No obstante, tras la blitzkrieg fallida de Wagner, esta idea puede rápidamente cambiar.
Realmente, son muy pocos los que albergan esperanzas en la gestión de Zuppi. Más después de que se ha abierto la caja de pandora en Rusia, una caja que pocos creen que se ha cerrado, y que contiene, además de fricciones y luchas por el poder, el armamento nuclear más grande del mundo. Es claro, todo hombre de buen corazón y con algo de sentido común hace votos para que el Cardenal Zuppi consiga el milagro. Vamos a ver si Dios, Quien al final todo decide, cree que nos merecemos la paz. (SCM)
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