“No nos están tomando en serio”, dice el padre promotor del apelo.
París (30/04/2020 12:47, Gaudium Press) Primero fue la publicación en Le Figaro, el pasado 24 de abril, de un apelo al presidente francés Emmanuel Macron para que permitiera, con las debidas medidas sanitarias, reabrir los templos: “El 11 de mayo, ¡dejadnos servir!”, se titulaba.
El 11 de mayo, porque desde ese día se iniciaba la fase 2 de desconfinamiento.
Pero el apelo no sólo no fue respondido, sino que fue negado. El 28 de abril pasado, el primer ministro Edouard Philippe declaraba ante la Asamblea nacional francesa que conocía la “impaciencia de las comunidades religiosas, pero creo legítimo pedir de no organizar ceremonias antes del límite del 2 de junio”. Anuncio que fue calificado por obispos como el de Nanterre como un desentenderse del tema religioso “en tres frases lapidarias”.
Pues hoy ya no son 130, sino 400 los sacerdotes que se han adherido al apelo.
“Vivir confinados, sin celebración común, la semana santa y la Pascua de Resurrección – el culmen del año para los cristianos – fue para nuestros fieles y nosotros [sacerdotes] una verdadera prueba que hemos plenamente aceptado y ofrecido por nuestro país. Usted saludó, así como el primer ministro y el ministro del Interior, nuestro sentido de responsabilidad en esa ocasión”: así iniciaba el apelo de los sacerdotes al presidente Macron.
Pero ahora son muchos los sectores de la Iglesia de Francia los que están verdaderamente molestos por la negativa del gobierno a permitir la reapertura de templos.
“Primero porque la comunidad cristiana ha sido ejemplar en cuanto al respeto de las medidas sanitarias. Además, porque la Iglesia se ha movilizado ampliamente para ofrecer a los más carentes el cómo atravesar esta crisis. En fin, porque estos anuncios van en contradicción con la libertad religiosa”: de esta manera se ha manifestado el P. Yves Genouville, párroco de la iglesia Saint Symphorien, en Versalles quien promovió la iniciativa publicada en Le Figaro.
Quiénes son los sacerdotes firmantes
«Son más de 400 y vienes de más de 45 diócesis de Francia. Tienen entre 35 y 60 años: son sacerdotes ‘del terreno’ que lo que hacen es retomar el grito de los fieles», expresa el P. Genouville. Una iniciativa que «siempre ha sido pensada, querida y vivida en sostenimiento a nuestros obispos que hacen un trabajo notable», afirma el párroco en Versalles.
Temores de que la negativa del gobierno sea signo de previsiones más graves
El P. Genouville tiene un temor, basado en su experiencia como asistente eclesiástico de la asociacion Ayuda a la Iglesia que Sufre, en su país. “Es preciso tener una extrema vigilancia en esta cuestion, incluso si es una interdicción temporal. Lo veo en mi trabajo en AIS. Cuando, en un país, se toca la libertad religiosa, grandes derivas se pueden producir”, afirma.
¿Qué esperan los sacerdotes firmantes del apelo?
“Se querría evidentemente [un cambio de opinión del gobierno]. No se está pidiendo retomar [las misas] de cualquier manera: se tendrían en cuenta las exigencias sanitarias… Pero en realidad, el gobierno no parece tomarnos en serio. Es eso lo que nos hiere. De la misma manera que no se comprende que para nosotros Pentecostés no es irse de vacaciones, sino celebrar el fin del tiempo pascual de lo cual hemos sido privados este año”. Esto porque según el gobierno sólo se estudiaría la reapertura de templos el próximo 2 de junio, cuando ya se ha celebrado la fiesta de la llegada del Paráclito.
Con información de Famille Chrétienne
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