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Cardenal Cipriani presenta carta pastoral "Al encuentro con Cristo"

Lima (Jueves, 23-06-2016, Gaudium Press) Recientemente el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, presentó la carta pastoral «Al encuentro con Cristo», fruto del plan de acción impulsado tras la celebración del XX Sínodo Arquidiocesano realizado en lima el año pasado.

Durante un encuentro realizado el presente mes en el Auditorio del Seminario de Santo Toribio, en el que estaban presentes hermandades y movimientos de la diócesis Limense, el purpurado destacó algunos de los temas en los que profundiza en la carta pastoral y que fueron tema de reflexión durante el Sínodo Arquidiocesano.

Entre ellos, habló de los jóvenes y la situación actual a la que se enfrentan. «Los jóvenes están en estos momentos donde las olas lo revuelcan, pero ellos no tienen la culpa, ellos no han hecho el problema. Entonces por eso hay una cierta rebeldía, una cierta anarquía, hay una energía que está ahí acumulada y que se libera de manera imprevista», dijo el Cardenal.

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«La Iglesia no tiene que asustarse, porque la Iglesia es Cristo, no tiene temor ni miedo a nada», dijo el Cardenal Cipriani / Foto: Arzobispado de Lima.

Luego añadió: «La Iglesia no tiene que asustarse, porque la Iglesia es Cristo, no tiene temor ni miedo a nada; tiene temor al pecado, tiene temor a la mediocridad, a la tibieza, pero a la lucha no».

En otro momento, el Arzobispo llamó para que se involucre a más personas en la tarea evangelizadora en la puesta en marcha de los planes del Sínodo: «Hay que involucrar a más gente, ese es el gran mandato del Sínodo, hay que participar, abrir las puertas, como decía el Papa: ‘Cristo me está diciendo: ¡Déjame salir! No me tengas aquí guardado. Tú, con tu vida, con tu ejemplo, tu familia, tu trabajo, ¡Déjame salir! ¡Llévame!'».

En este sentido llamó a todos a involucrarse desde la realidad en que se encuentren: «Cada uno, más participación, pero no en la estructura parroquial, sino en tu trabajo profesional, en tu grupo, en tu universidad».

Igualmente llamó a más acción desde el voluntariado: «A la juventud, a los movimientos, ya es hora de despertar. Hay una corriente, gracias a Dios, en la que todo el mundo quiere hacer algo de voluntariado. Entonces hay que darle una forma un poco más organizada al voluntariado. Es una expresión de ayuda al prójimo».

Además de los movimientos y hermandades, el purpurado también presentó la Carta Pastoral a religiosas de diversas comunidades presentes en la Arquidiócesis de Lima. El Cardenal Cipriani les exhortó a enamorarse cada vez más de Jesús y a dar testimonio de cosas buenas: «Al corazón hay que tenerlo controlado de sus caprichos y darle de comer cosas buenas; que se enamore de Jesús, que se enamore del apostolado, de esa gente, que se enamore de ese enfermo o ese niño; que se enamore de esa mujer que se ha divorciado y está sola; que se enamore de esa hermana que está pasando por un mal momento. Que el corazón se vuelque de cosas buenas, porque si no, el corazón se queja; y un corazón que empieza a tener hambre porque no le das nada, busca cosas indebidas. Hay que educar al corazón, para decir ‘no’ y para decir ‘sí’, y para educarlo hay que tener una buena dirección espiritual».

El Sínodo Limense, convocado por el Cardenal Cipriani junio de 2014, se inauguró el 7 de septiembre de ese miso año. Su clausura ocurrió en la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo el 22 de noviembre del año pasado.

Durante el Sínodo, que convocó a las diversas realidades eclesiales de la Arquidiócesis, se reflexionó en torno a cuatro ámbitos: la preparación del matrimonio, la formación de la familia y otros aspectos relacionados a la vida humana; la participación de los laicos, llamados a la santidad en el mundo, en todos los ámbitos de la vida pública y privada; la preparación y formación permanente de los sacerdotes diocesanos y miembros de la gran familia de institutos femeninos y masculinos de vida consagrada, que trabajan apostólicamente en la Arquidiócesis; y las obras y servicio de misericordia y caridad social que se realizan a través de Cáritas diocesana y otras iniciativas solidarias.

Con información del Arzobispado de Lima.

 

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