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Ciudad del Vaticano (Lunes, 16-04-2012, Gaudium Press) Con el segundo domingo de Pascua -por un deseo de Juan Pablo II conocido como el de la Divina Misericordia- se concluye la octava de Pascua. En el «Regina Coeli» de ayer el Papa habló sobre el tema de la paz. «La paz es el don maravilloso de la Pascua. Gracias a ella la comunidad se fortalece con un vínculo nuevo que la une entre sí y con Cristo, preparándola para la misión. Así, colmados de su Espíritu podemos testimoniar al mundo la victoria de nuestro Dios y Señor», observó el Papa en el saludo en lengua española.
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| En francés, el Papa pidió que «el Señor me de la fuerza de cumplir la misión» – Foto: Intermirifica.net |
La celebración de la Pascua es renovar «la experiencia de los primeros discípulos de Jesús». Benedicto XVI recordó el significado del domingo, es «el día de la asamblea, de la comunidad cristiana que se reúne para su culto propio, esto es, la Eucaristía, culto nuevo y distinto desde el inicio de aquel judío del sábado». Por eso, «el culto cristiano no es solo una conmemoración de eventos pasados», sino «un encuentro con el Señor resucitado, que vive en la dimensión de Dios, más allá del tiempo y el espacio, y aún se torna realmente presente en medio de la comunidad, nos habla en las Sagradas Escrituras y reparte para nosotros el Pan de la vida eterna».
Hoy el Pontífice cumple 85 años. Ayer el saludo en lengua francesa pidió la oración de los fieles: «Oren por mí para que el Señor me dé la fuerza de cumplir la misión que me fue confiada». Hoy, en el Vaticano, el aniversario será celebrado con un día bávaro, iniciado con la Misa en la Capilla Paulina y la audiencia especial a la delegación bávara en la Sala Clementina.
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