La Universidad de Nottingham objetó post del padre en redes sociales en que expresaba la doctrina católica sobre estas materias.
Redacción (27/08/2021 15:13, Gaudium Press) Un día le comunicaron al P. David Palmer – del Ordinariato personal de Ntra. Sra. de Walsingham, antiguos anglicanos convertidos al catolicismo – que había sido designado por el obispo local como capellán para los estudiantes católicos de dos universidades, la Universidad de Nottingham y la Universidad de Nottingham Trent. Con ésta última no hubo ninguna dificultad, mas sí con la primera.
Luego, más exactamente el 17 de junio pasado, el P. Palmer fue convocado por la universidad a tener una conversación. Tras la charla, la Universidad escribió a Mons. Patrick McKinney, el obispo, manifestándole preocupaciones por el nombramiento del padre.
“Nuestra preocupación no era en relación con los puntos de vista del P. David en sí mismos, sino con la forma en que estos puntos de vista han sido expresados en el contexto de nuestra diversa comunidad de personas de muchas religiones”, dijo a la agencia CNA un portavoz de la universidad.
¿Cuáles eran los puntos de vista – o la ‘forma’ de estos puntos de vista – que desagradaron a la universidad? Eran posts del sacerdote en sus redes sociales, particularmente uno sobre el suicidio asistido y otro sobre el aborto.
“Hicieron alusión a un tweet en el que me había referido al proyecto de ley de ‘muerte asistida’ [presentado en el Parlamento de Gran Bretaña en mayo] como un proyecto de ley para permitir que el NHS [Servicio Nacional de Salud] ‘mate a los vulnerables’”, contó el P. Palmer a CNA.
“Me dijeron que estaba bien para mí tener esta opinión, pero a ellos les preocupaba cómo la expresaba. Cuando les pregunté cómo sugerirían que lo expresara, de manera bastante notable, sugirieron que debería llamarlo ‘atención al final de la vida’, lo que es un control completamente inaceptable de las creencias religiosas”, añade.
En publicación twitter del 24 de agosto, el P. Palmer también contó que la universidad había objetado un post en el que había definido el aborto como “matanza de bebés”, en el contexto del apoyo que el presidente Biden da al aborto en su país. El sacerdote dijo que defendió ante la universidad esos posts como una legítima expresión de la fe de la cual él era ministro.
Lo cierto es que después de los diversos encuentros, la universidad se comunicó con el obispo, pidiéndole que les proporcionara otra opción de capellán. Pero Mons. McKinney se mantuvo firme, y declinó nombrar a otro sacerdote; después de algunas discusiones, se acordó que el propio P. Palmer ofrecería misa en el campus cada domingo pero como “sacerdote invitado”.
Como también comunicó el P. Palmer por redes sociales, la Universidad no ofrece ninguna subvención a los capellanes.
Ya hay tradición de que esa universidad objeta posiciones provida de estudiantes
En noviembre del 2020, esta universidad alcanzó un acuerdo con Julia Rynkiewicz, católica de 25 años. Ella recibió una disculpa y un pago tras un bloqueo que le impidió ingresar a la fase de colocación hospitalaria de su programa, después de que la universidad se enteró de su liderazgo en un grupo de estudiantes pro-vida.
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