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La presidente de la empresa dueña del site de encuentros Tinder, afirmó que la ley que impide el aborto después de latido del corazón afecta su negocio.
Foto: Liane Metzler
Redacción (20/09/2021 13:31, Gaudium Press) “Dime con quien andas, decirte he quién eres”: Si casi siempre se cumple el refrán cervantino, también es cierto que la siguiente adaptación es también con frecuencia muy real: ‘Dime quien no te quiere y te diré quien eres…”
Ahora nos cuenta Jennifer Roback Morse, en el National Catholic Register, que algunas empresas hight-tech andan furibundas con las entrada en vigor de la más reciente ley provida de Texas, que impide el aborto cuando ya se puede percibir el latido del niño por nacer, más o menos a la sexta semana de embarazo.
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Empresas como Match Group, propietaria de sites de encuentros tipo Tinder o Match.com, están ofreciendo asistencia en viaje a sus empleados que “necesiten buscar atención fuera de Texas”.
Otras como Salesforce, que se promociona como la primera plataforma de gestión de relaciones con clientes del mundo, va más allá, y anuncia que facilitaría y financiaría la reubicación de cualquiera de sus 2.000 empleados con sede en Texas. Es decir, no los reubican porque sea un lugar propenso a desastres naturales, o para que obtengan mejores condiciones de proyección laboral o humana, no. Es por una postura ideológica, que ya toca en los trabajadores.
Afecta el negocio
Habló tal vez demasiado Shar Dubey, presidente de Match Group, cuando dijo que “la compañía generalmente no toma posiciones políticas a menos que sea relevante para nuestro negocio”. Pero, ¿Cómo afecta el negocio de la Sra. Dubey la ley provida texana?
Supuestamente no dañaría tanto a Match.com, que se muestra como recurso para hallar la ilusoria alma gemela para toda la vida; sería normal que una pareja estable quiera tener hijos. Pero no ocurre lo mismo con su otra ‘joya’ de la corona, ‘Tinder’.
Es claro que una ley que impide el aborto de un niño de seis semanas, pueden afectar los encuentros sexuales casuales que se facilitan por este último site. Pues si en un encuentro ‘casual’ ocurre que se genera lo propio de la naturaleza, en Texas ya no se podrá acceder, a partir de la sexta semana, a la ‘limpieza’ de los posibles resultados de ese encuentro. Normal es pues que la encargada de esos sites deplore la ley texana, pues es claro que sí daña el negocio.
Por lo demás, sería importante investigar el posible financiamiento que estas empresas realizan a la industria del aborto. Financiamiento que no sería enteramente ‘generoso’ sino interesado, y que terminaría ratificando que el aborto es, también, el tema de un gran negocio: solo que es un negocio en el que se juega con vidas humanas.
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