¿La Nasa descubrió el infierno?

Por estos días se habla del planeta 55 Cancri e, muy cercano a su estrella.

Foto: NASA en Unplash

Redacción (15/07/2022 16:00, Gaudium Press) “Los científicos parecen haber descubierto el lugar del infierno, el planeta 55 Cancri, porque está tan cerca de su estrella que está como lava, derretida. Todos los materiales están líquidos por la altísima temperatura que experimente”: las anteriores palabras son del P. Mario Arroyo, doctor en filosofía y profesor en la Universidad Panamericana, reportadas a finales de mayo por Aciprensa.

Se refiere el sacerdote al planeta 55 Cancri e, un exoplaneta a más de 40 años luz de la tierra, del tipo “super tierra”, que estará siendo explorado por el telescopio espacial Webb, muy publicitado en estos días.

La visión de ese planeta es realmente impresionante: Su cercanía a su estrella hace que, según la NASA, alcance “temperaturas superficiales muy por encima del punto de fusión de los típicos minerales formadores de rocas”. Es decir, sus propias rocas se funden, no aguantan el calor que proviene de su sol. Por esto, se cree que el lado diurno del planeta son océanos de lava, es decir la superficie no solo se calienta sino que se derrite, y al menos una parte se torna vapor.

“Por la noche, el vapor se enfriaría y se condensaría para formar gotas de lava que lloverían de regreso a la superficie, volviendo a solidificarse al caer la noche”, dice la NASA.

Cuando el P. Arroyo habla del infierno, “obviamente esto se trata de una metáfora, porque el infierno no es un lugar sino un estado, el estado de la privación eterna y definitiva de Dios”, dice.

No tan rápido

Pero, no tan rápido Padre…

A la que se refiere el presbítero es la pena de daño, que sí es la privación de Dios, la más terrible, pero no la única. Existe también la pena de sentido, que en la expresión de Lucrecia Rego de Planas es “el sufrimiento del cuerpo”, un “dolor intensísimo en el cuerpo”, que para significarlo, varias veces Cristo lo expresó como causado por un “fuego”, que no es necesariamente nuestro fuego material pero puede serlo, y que en cualquier caso parece ser un principio de orden material pues tiene como fin un efecto en el orden material.

No necesariamente existe un lugar llamado infierno, pero puede existir, así como existe un cielo empíreo, un cielo material.

Es más, algunos teólogos defienden que el principio de orden material que castiga los cuerpos de los condenados, puede ser mucho más eficaz en su acción punitiva que nuestro ‘simpático’ fuego terrestre. Por lo demás, a la par de muchos elementos de la tradición de la Iglesia, existen bastantes revelaciones privadas que apoyarían la idea de infierno como lugar y como fuego, comenzando por las propias apariciones de Fátima.

Lo que sí es claro es lo otro que afirma el P. Arroyo, de que “este planeta 55 Cancri, aunque esté en esas situaciones tan extremas de calor y temperatura, no está privado de la presencia de Dios, también Dios está presente ahí”. No hay nada en el universo que esté privado de la acción de presencia del Creador, ni siquiera el hipotético infierno, pues como es sabido en filosofía, Dios sustenta la existencia de todo ser, pues en el momento en que esta sustentación fallara, los seres regresarían a la nada, incluso los demonios y los condenados.

Es claro, la presencia de Dios en el cielo es diferente de la del infierno, pues allá está en una unión gloriosa con la criatura racional, siendo su recompensa “extremadamente grande”, mientras que en el infierno todo habla del rechazo que de manera voluntaria y definitiva el condenado tiene a Dios y del legítimo rechazo que Dios tiene a quien no quiso aceptar las mil bondades de su amor.

Pero al fin de cuentas, en “Él vivimos, nos movemos y existimos”. No podemos escapar de sus ojos escrutadores. Pensar en ello, siempre hace bien.

En cualquier caso, lo mejor es buscar el cielo…