martes, 26 de noviembre de 2024
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Desde afuera de la Iglesia, instruyendo en para qué debe servir un sínodo

Habla el Patriarca Mar Awa III, de la Iglesia de Asiria, separada de Roma desde el concilio de Éfeso.

mar awa iii

Foto: Wikipedia

Redacción (13/12/2022 09:59, Gaudium Press) Por estos días el Cardenal Hollerich, relator del sínodo de la sinodalidad y cuestionado por sus posturas pro-homosexualismo, ha salido a los medios a decir que la mitad de las solicitudes llegadas a este sínodo “aboga por tener diaconisas y una pequeña proporción habla del sacerdocio de las mujeres”, propuestas ambas contrarias a la doctrina de la Iglesia pero que algunos pastores apoyan y quieren promover.

Estas peticiones, lejos de servir como palanca para incentivar ese tipo de propuestas, deberían más bien ayudar a concientizar a los jerarcas sobre la deriva doctrinaria de quienes las hacen, que requeriría la curación de una buena catequesis. Pero si entre los propios pastores hay confusión, pues es normal que esta exista también en sectores del pueblo de Dios.

Ahora, aún desde fuera de la Iglesia, se levantan voces como la del Patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente, Mar Awa III, quien ha afirmado que la auténtica sinodalidad “es más adecuada para manifestar el consenso en torno al ‘depositum fidei’ [depósito de la fe], y para custodiarlo juntos”. Esta Iglesia oriental dejó de estar en plena comunión con la Sede Apostólica desde el concilio de Éfeso (431).

En declaraciones recogidas por Fides, el Patriarca Mar dice que “la dinámica sinodal de la Iglesia consiste en caminar juntos en la fe de la Tradición Apostólica. (…) el criterio para evaluar la validez y la fecundidad de un proceso sinodal es si este, en el tiempo presente y en la condición histórica actual, ayuda a todos a caminar en la fe de los Apóstoles custodiada por la Tradición”.

Es decir, la unidad de la Iglesia gira en torno a Pedro y el depósito de la fe a él y a la Iglesia confiado, y no a una supuesta democracia, donde la doctrina la establece el sufragio o la opinión de mayorías. Esa es la Iglesia de Cristo.

El verdadero camino

“El ejercicio de la sinodalidad, si es realmente el camino de todos los bautizados y de todos los obispos como sucesores de los Apóstoles, no puede servir nunca para apartarse de la Tradición Apostólica, de la fe que nos han transmitido los Apóstoles y que une a la Iglesia católica con las antiguas Iglesias de Oriente. Compartimos el mismo ‘Depositum fidei’ recibido de los Apóstoles”, insiste el Patriarca Mar. Se ve por ahí, que la deriva doctrinaria de sectores de la Iglesia católica, que están rechazando la Tradición apostólica, puede ser gran obstáculo a un sano ecumenismo con quienes quisieran unirse a la verdad de Cristo custodiada por la Iglesia.

En aquellas Iglesias de Oriente no unidas a Roma, hay demasiada práctica sinodal. Entre tanto, explica el Patriarca, “el modelo sinodal practicado en las Iglesias de Oriente no es interesante porque estar más cerca de los sistemas modernos de gestión del poder, sino porque es más propicio para manifestar el consenso en torno al ‘Depositum fidei’, y para custodiarlo juntos. Una dinámica sinodal auténtica surge precisamente del hecho de que los obispos y todos los bautizados caminan juntos en la misma fe, y convergen en la búsqueda conjunta de las formas y prácticas más adecuadas para dar testimonio de esta misma fe en el tiempo presente”.

En lenguaje diplomático, el Patriarca expresa sus aprehensiones con hechos al interior de la Iglesia: “Me imagino que la mayoría de los obispos católicos también comparten el deseo y la voluntad de mantener la doctrina tradicional, también en temas como el matrimonio”.

El sínodo, en lugar de mostrar y potenciar las fisuras, debería contribuir a la unidad, concluye: “Si las dinámicas sinodales expresan el caminar de toda la Iglesia siguiendo los pasos en la fe de los Apóstoles, no pueden ser utilizadas para abrir fisuras entre los miembros de la Iglesia en cuestiones de fe o de moral. Más bien, el ejercicio de la sinodalidad sirve para mantener la unidad de las distintas sensibilidades, en el mismo camino, incluidas las de quienes desearían una mayor adaptación a la mentalidad del mundo actual”.

Con información de Infocatólica

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