Ayer la Iglesia Universal celebraba la solemnidad de la Madre de Dios.
Redacción (02/01/2023 11:23, Gaudium Press) Ayer, en su homilía en la Basílica vaticana por la solemnidad de Santa María Madre de Dios, liturgia con la que la Iglesia inaugura el año civil, el Papa Francisco reflexionó sobre este título de la Virgen:
“Una noticia bellísima: Dios tiene una Madre y de ese modo se ha vinculado para siempre con nuestra humanidad, como un hijo con su madre, hasta el punto de que nuestra humanidad es su humanidad”, dijo.
El que el Verbo se haya encarnado en nuestra humanidad, en el seno de la Virgen, muestra que “Dios no nos ama de palabra, sino con hechos; no lo hace ‘desde lo alto’, de lejos, sino ‘de cerca’, desde el interior de nuestra carne, porque en María el Verbo se hizo carne, porque en el pecho de Cristo sigue latiendo un corazón de carne, que palpita por cada uno de nosotros”.
El título “Santa Madre Dios” mencionó el Papa Francisco, entró «en el corazón del santo Pueblo de Dios, en la oración más familiar y hogareña, que acompaña el ritmo de las jornadas, los momentos más penosos y las esperanzas más audaces: el Avemaría”.
A Ella, la Madre de Dios, debemos pedir la paz: “A través de las manos de una Madre, la paz de Dios quiere entrar en nuestras casas, en nuestros corazones, en nuestro mundo”.
La maternidad divina también establece la hermandad entre los hombres
“Recemos a la Madre de modo especial por los hijos que sufren y ya no tienen fuerzas para rezar, por tantos hermanos y hermanas afectados por la guerra en muchas partes de mundo, que viven estos días de fiesta en la oscuridad y a la intemperie, en la miseria y con miedo, sumergidos en la violencia y en la indiferencia”, pidió el Papa.
Recordando a los pastores, que después del aviso del ángel fueron a la gruta a contemplar y adorar al Niño, Francisco dijo: “Ir y ver. Hoy el Señor ha venido entre nosotros y la Santa Madre de Dios lo pone ante nuestros ojos. Redescubramos, en el impulso de ir y en el asombro de ver, los secretos para hacer este año verdaderamente nuevo”.
Finalizó la homilía aclamando junto a los fieles: ¡Santa Madre de Dios! ¡Santa Madre de Dios! ¡Santa Madre de Dios!
Con información de Vatican News
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