sábado, 23 de noviembre de 2024
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Mons. Bätzing – Sean vuestras palabras ‘sí pero no, no pero sí…’

“¿Se lanzarán los obispos alemanes aunque sea en ese estilo del ‘sí pero no’ en la heterodoxa aventura de la Iglesia liberal democrática de los ‘consejos sinodales’?”

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Redacción (03/03/2023 10:02, Gaudium Press) Triste, muy triste la fortuna de la Iglesia alemana. Salvo contadas y muy dignas excepciones, el episcopado del país reacciona diferente al rey de Nínive de la historia del profeta Jonás, (Jonás 3, 1-10) que advertido de la inminencia del castigo, se arrepintió, convocó al pueblo a hacer penitencia y obtuvo el perdón de Dios.

No así, la mayoría de los obispos alemanes, que han hecho caso omiso de las advertencias (para muchos incluso demasiado suaves) de Roma, previniéndolos de que no rompan la unidad de la Iglesia universal, que no creen un magisterio paralelo acorde a los dictámenes del mundo, y ahora con más insistencia que no constituyan ese organismo-fenómeno llamado “Consejo Sinodal”, que no concuerda con la estructura de la Iglesia que Cristo dejó.

Pero también de forma contraria a la enseñanza de la Escritura (“Cuando ustedes digan ‘sí’, que sea sí, y cuando digan ‘no’ que sea no – Mt 5, 37), en lugar de afirmar claramente ‘sí, aceptamos la enseñanza y la autoridad de la Iglesia’ y ‘no, rechazamos los criterios mundanos, las doctrinas mundanas y los organismos mundanos al interior de la Iglesia’, se empeñan en mezclar lo blanco con lo negro, el oro con el polvo, el cielo con el infierno.

Es la situación de Mons. Georg Bätzing, presidente del episcopado alemán y uno de los dirigentes del llamado Camino sinodal, que por una parte dice que “seguimos juntos en el camino” con Roma, pero por otra dice que tiene “puntos de vista contrapuestos” con la misma, refiriéndose a las claras advertencias realizadas por los Cardenales Ouellet, Ladaria y Parolin, de que no siguieran ese camino, y de que declararan una moratoria de ese Camino Sinodal.

Leer también: Se conocen detalles de advertencias de Roma – Iglesia alemana cada vez más cerca del cisma

¿Moratoria del Camino Sinodal? No, de ninguna manera, esa invitación de Roma fue rechazada, esa puerta se cerró en las narices.

Y ahora el tema candente, del No a la idea de esos no cristianos Consejos Sinodales que sí son de gobierno, asunto del que también fueron advertidos en la visita Ad Limina del año pasado, que les fue reiterado en carta del Cardenal Secretario de Estado Parolin, y por si no había quedado claro, vuelto a reiterar por el Nuncio Eterovic al inicio de la Asamblea Plenaria de ese episcopado que acaba de concluir. ‘Sí pero no’ es la respuesta de Mons. Bätzing: “Esto no significa simplemente archivar las cosas o implementarlas inmediatamente, sino que necesitamos conversación”, ha dicho. No quieren rechazar los Consejos Sinodales, no los quieren implementar ya, solo quieren ver a ver en el camino como es que qué… “Debemos y queremos seguir dialogando con Roma, ese es el deseo expreso de la Conferencia Episcopal Alemana”, afirmó también. Dialogando, que no obedeciendo, que no aceptando, como Lutero hasta que rompió, como Enrique VIII hasta que se juntó con la amante.

Entre tanto, se percibe un cierto nerviosismo entre esa mayoría ‘reformista’ de obispos alemanes, cuando Mons. Bätzing asegura que ha habido “una intensa discusión sobre el futuro desarrollo del Camino Sinodal” en la asamblea general que ha terminado; que particularmente han requerido su atención los textos que serán llevados a la asamblea del Camino Sinodal que comenzará en pocos días y que sin embargo aún no están de acuerdo sobre los mismos:

“Hemos examinado intensamente los textos para los que muchos obispos, en particular, todavía tenían necesidad de discusión y acuerdo”. “Tengo grandes esperanzas de que a través de la lucha de los últimos días hayamos podido derribar barreras para que los textos puedan ser aprobados; sin embargo, todavía son necesarios cambios para ello, que queremos introducir como mociones en las consultas de la próxima semana”, dijo el Obispo de Limburgo.

Difícil la situación de Mons. Bätzing: él siente la presión de Roma que aumenta, que no es sino la presión de la Iglesia universal para que se definan si son católicos o no, por un lado; y por otro siente la presión de sus amigos ‘reformadores’, que le instan a seguir adelante: “La amplia mayoría de los obispos respalda las preocupaciones reformadoras del Camino Sinodal y lucha por cambios sostenibles”, expresó.

Difícil también el discurso del Obispo de Limburgo, que quiere seguir vendiéndole al mundo la idea de que para combatir los abusos sexuales del clero deben hacer a las mujeres sacerdotisas, bendecir las uniones homosexuales y convertir a la Iglesia en algo así como un partido político liberal democrático: “Se trata de una Iglesia cercana a la gente, que afronte los abusos, la violencia sexualizada y su encubrimiento, y que trabaje para superar las estructuras que favorecen los abusos”, dice. Habría más bien que sugerirle al prelado que aprenda de la experiencia exitosa de países como los EE.UU., en donde la Iglesia después de un gran desprestigio por el gran número de abusos y su mal manejo, se ha re-erguido de las cenizas como el fénix y en buena medida ha recuperado el prestigio que tenía ante el público católico y ante el conjunto de la nación.

Pero no, el tema no es de abusos sino de cambios, algo que ya viene de tiempo atrás, algo que debería poner a todos los episcopados a reflexionar, para aprender en carne ajena.

Y ahora, esperar qué deciden en la inminente asamblea del Camino sinodal: ¿se lanzarán también en ese estilo del ‘sí pero no’ en la heterodoxa aventura de la Iglesia liberal democrática de los ‘consejos sinodales’?

Lo cierto es que muchos, previendo que ese será el camino, ya empiezan a abandonar el Camino sinodal, pues se quieren mantener católicos. El problema es que también son muchos los que abandonan allá la Iglesia, a razón de más de 300.000 por año. Ovejas sin pastor. En fin, el futuro y la Historia son de Dios. Quien viva verá. (Gaudium Press / Saúl Castiblanco)

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