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Mons. Arellano Cedillo fue ordenado el pasado sábado en la Catedral Primada de España. Es decano del Tribunal de la Rota romana.
Foto: Archidiócesis de Toledo
Redacción (27/03/2023 09:43, Gaudium Press) El pasado sábado 25 de marzo, a las 11 am en la Catedral Primada de España, la de Toledo, recibió la ordenación episcopal Mons. Alejandro Arellano Cedillo, decano del Tribunal de la Rota Romana. El Papa lo había nombrado obispo titular de Bisuldino el pasado 2 de febrero, confiriéndole el título personal de Arzobispo.
Presentes en la eucaristía de ordenación estaban cuatro Cardenales, entre ellos el Secretario de Estado Parolin (quien pronunció la homilía), y Mons. Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos. Fue también obispo consagrante Mons. Francisco Cerro Chaves, arzobispo de Toledo. Estaban igualmente presentes una veintena de obispos.
Monseñor Arellano
El nuevo obispo es en la actualidad Decano del Tribunal de la Rota romana y presidente de la Corte de Apelación del Vaticano.
Mons. Arellano Cedillo, nacido en Olías del Rey – Toledo, en 1960, fue ordenado presbítero en 1987. Es miembro de la Confraternidad de Operarios del Reino de Cristo.
Es Doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, licenciado en Estudios Eclesiásticos por la Facultad de Teología de Burgos y auditor de la Congregación para las Causas de los Santos.
En el 2007 fue nombrado Prelado Auditor del Tribunal de la Rota Romana. Ha sido Auditor de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España. Ha impartido clases en la Universidad San Pablo CEU y profesor en la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad San Dámaso, de Madrid, y en la Pontificia Universidad Gregoria na, de Roma.
Homilía del Cardenal Parolin
En su homilía el Cardenal Secretario de Estado, tras expresar su alegría por encontrarse en la Catedral Primada y por la fiesta que se celebraba que era la de la Anunciación, destacó que “los obispos, sucesores de los apóstoles, están llamados al servicio de la unidad y la solidaridad en la Iglesia y entre las Iglesias, y –asociándose a ellos los presbíteros como primeros colaboradores en el servicio pastoral– a apacentar las comunidades que les son confiadas”.
“Al obispo compete por tanto enseñar, santificar y gobernar, y, para cumplir tales funciones en modo adecuado es necesario que posea – además de la indispensable preparación en el campo teológico y humano – un profundo amor a Cristo y a la Iglesia, que se acrecienta con la oración constante y se extiende a cada persona confiada a sus cuidados, en particular a los últimos, a todos aquellos que, a causa de las distintas formas de pobreza material, espiritual y moral, tienen más necesidad de esta oración, ayuda y protección”, resaltó el purpurado.
El Cardenal Parolin destacó la formación jurídica del nuevo obispo, y su nuevo lema en el escudo episcopal, Lex Christi, que “confirma la justicia sin dejar de lado la misericordia y sólo puede ser interpretada teniendo siempre presente el bien y la salvación de las almas”.
“Te asistirán en tu oficio de obispo y de jurista san Ildefonso de Toledo, santa Teresa de Ávila y san Raimundo de Peñafort, junto a tantos otros santos y beatos españoles que, con su vida y sus obras, han dado testimonio de la firmeza de su fe cristiana, tanto en la prosperidad como en la tribulación”.
“Que te acompañe la poderosa intercesión de Santiago, Patrón de España, y la materna consolación de Santa María, Madre de Dios y de la Iglesia, para que puedas hacer llegar a Cristo y su gracia a todos aquellos que encuentres en tu camino”, concluyó el Cardenal.
Con información de Architoledo.org
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