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Cada vez son más fuertes los rumores, de que un grupo de jesuitas abandonaría la Compañía tras la reciente expulsión del P. Rupnik.
Redacción (21/06/2023 12:29, Gaudium Press) Cada vez son más fuertes los rumores, de que un grupo de jesuitas abandonaría la Compañía tras la reciente expulsión del P. Marko Rupnik, el jesuita acusado de múltiples abusos, no solo de tipo sexual sino también psicológico, sobre religiosas y ex religiosas.
Tras la confirmación de la expulsión, por parte de la Compañía, respondió Maria Campanelli, directora del Centro Aletti, en carta publicada en el site de este Centro artístico fundado por Rupnik, diciendo que este sacerdote-artista ya desde el 21 de enero pasado había presentado a su Orden el pedido de abandono de su comunidad.
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Afirmaba también Campanelli que “los demás jesuitas del Centro Aletti también han solicitado el indulto de salida de la Compañía y están a la espera de que concluya el procedimiento pertinente para poder seguir ejerciendo su ministerio sacerdotal”.
Lo que no dice Campanelli es cual sería la nueva incardinación, tanto del P. Rupnik como la de los otros jesuitas que abandonarían la Compañía. No existe sacerdote ‘suelto’ en la Iglesia, y este debe estar sujeto a un Obispo o un superior religioso.
Por su parte el P. Johan Verschueren SJ, delegado para las Casas y Obras Interprovinciales en Roma y aún superior del P. Rupnik hasta que su expulsión no quede en firme, ha manifestado que no hablará más del tema hasta que se cumplan los 30 días que tiene Rupnik para apelar su expulsión, que le fue comunicada al jesuita el 14 de junio pasado. Es claro no obstante, supuesto lo que dice Campanelli, que el Padre Rupnik no apelará: la directora del Centro Aletti dijo que es presumible “que el Padre Rupnik se mantenga firme en su ya manifestado deseo de abandonar la Orden, y continúe viviendo este momento en discernimiento y comunión eclesial”.
Pero en el caso de la comunión eclesial de un sacerdote, esta inserción se da a través de su incardinación.
¿Y las investigaciones que estaba desarrollando la Compañía sobre el Padre Rupnik, basadas en nuevas denuncias que según algunos medios serían quince y otros veinte, cómo quedan? ¿Serán enviadas al Vaticano? Estas serían preguntas a realizar al P. Verschueren. En principio estas denuncias no habrían caído bajo la prescripción declarada por el Dicasterio de la Doctrina de la Fe en octubre del año pasado.
Por lo demás, sigue el debate sobre las obras del jesuita artista.
Hasta el momento no se conoce el concepto definitivo que una comisión integrada por el Obispo de Tarbes-Lourdes, Mons. Jean Marc Micas, emitiría sobre la permanencia de las obras de Rupnik en el famoso santuario, que tiene como una de sus misiones específicas la de acogida de víctimas.
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Se ha sabido que los Caballeros de Colón continúan considerando qué pasos seguir con relación al arte de Rupnik, que está presente en varias instalaciones de esta comunidad. Desde “febrero, la obra de arte [de Rupnik] ha sido removida de todos los materiales publicados a través del Servicio de Información Católica de los Caballeros de Colón”, aseguró a The Pillar Steve Curtis, jefe de comunicaciones de esta comunidad.
Pero es claro que no solo hay comunidades que no se plantean el retiro de las obras del jesuita, sino que algunos prelados le seguirían encomendando nuevas, según informa el diario Domani, el cual aseguró que el P. Rupnik viajó en este mes de junio a la isla de Hvar, en Croacia, a petición del Obispo Ranko Vidovic, para estudiar la posible restauración de la capilla del palacio episcopal. ¿Sería este uno de los prelados que podría incardinar al P. Rupnik y compañeros?
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