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Una encuesta para la revista Il Timone sobre la práctica de la religión en el país de los papas, reenciende las alertas sobre el secularismo rampante.
Redacción (20/07/2023 09:54, Gaudium Press) Los datos que contínuamente llegan de Europa sobre la práctica de la fe, son menos que esperanzadores.
Ahora Il Giornale publicita un estudio encargado por la revista Il Timone, que constata que en el país de los Papas el 37% de la población se declara “no creyente”. Y que solo el 13,8% de la población va a las iglesias a misa regularmente. Esto da pie, entre otros elementos, para que el periodista Roberto Vivaldelli diga que ya Italia es un país post cristiano.
Destaca el estudio que las eucaristías son frecuentadas por pocos jóvenes y más bien personas en edad avanzada.
Los “creyentes”, es decir, quienes van a misa al menos una vez al mes y se confiesan al menos una vez al año, son el 33% de la población. El 32% no conoce el significado de la eucaristía.
Los datos sobre los practicantes también preocupan
Entre los que se consideran creyentes, solo 6 de cada 10 saben lo que es la confesión; el 66% ignora qué quiere decir la expresión “resurrección de la carne”, referente a la resurrección de los cuerpos al final de los tiempos; el 20% piensa que el pecado es “un simple mal hecho a los demás”, abstrayendo de la ofensa a Dios. También se evidencia, entre los creyentes, un pensamiento alejado de la moral de la Iglesia en temas como aborto, el llamado matrimonio homosexual, aunque sí se sigue manifestando la oposición mayoritaria a la llamada maternidad subrogada, y a la legalización de las drogas.
Otros datos sobre los “creyentes” son que uno de cada cinco fieles dice rezar a diario, el 96% lo hace ocasionalmente, y 7 de cada 10 de los que asisten regularmente a la eucaristía sí acredita en la presencia verdadera de satanás.
Los datos, que confirman las caídas registradas en investigaciones de años anteriores, llevan a muchos a preguntarse cómo enfrentar esta evidente secularización en una sociedad hasta hace poco marcada ampliamente por el catolicismo.
Es claro que ese balance exige un examen de conciencia de una Iglesia, que aún conserva muchos canales de comunicación con la sociedad, que inician desde la educación de los jóvenes.
Algunos ya afirman que se da un proceso simbiótico, entre la secularización de la sociedad y la secularización de la Iglesia, e incluso la secularización del clero. Y que el inicio de cualquier solución, comienza por la re-evangelización dentro de casa.
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