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“Las palabras me fallan. Una iglesia se está quemando mientras escribo este mensaje”, decía el obispo de Raiwind.
Foto distribuida por el Obispo de Raiwind
Redacción (17/08/2023, Gaudium Press) Nuevamente, la razón, o la excusa, el supuesto delito de blasfemia, que ya sabemos que en Pakistán ha sido instrumentalizado para perseguir a enemigos, como ocurrió en el caso de la famosa Asia Bibi, madre cristiana que primero fue condenada a muerte, pero después absuelta por el Tribunal Supremo en el 2018.
Ayer, en Faisalabad, al noreste de Pakistán, fueron quemadas varias iglesias, después de que moradores acusaran a un joven cristiano de cometer blasfemia: “ha sido acusado de desgarrar las páginas del sagrado Corán y escribir palabras blasfemas contra el profeta Mahoma”, dijo la policía.
El rumor de la presunta blasfemia comenzó a correr, y luego fue amplificado en algunas mezquitas del sector.
Entonces las turbas atacaron iglesias y también asaltaron propiedades de cristianos, que a pesar de ser 2,6 millones en todo el país, solo representan el 1,27% de la población.
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Mons. Azad Marshall, obispo de Raiwind, expresó: “Me fallan las palabras mientras escribo esto. Nosotros, obispos, curas y personas comunes estamos profundamente doloridos y afligidos”, dijo, a la vez que acusó a las turbas de “profanar” biblias y “torturar y acosar” a cristianos falsamente acusados. “Las palabras me fallan. Una iglesia se está quemando mientras escribo este mensaje”, decía el obispo de Raiwind
Mons. Marshall exigió a las autoridades que investiguen los desmanes. La policía inició una investigación contra dos jóvenes cristianos por daños al Corán e insultos a Mahoma.
Ante la alegada impotencia para contener las turbas, la policía local convocó a la policía militarizada, llamada Rangers.
El delito de blasfemia es antiguo: fue establecido cuando aún Pakistán era colonia británica, pero fue endurecido por el dictador Mohamed Zia-ul-Hap en la pasada decada de los 80’s, acarreando la pena de muerte. Hasta el momento nadie ha sufrido esa condena.
Sin embargo la mera acusación ya ocasiona la reacción de las turbas como ocurrió ayer. Otro hecho en la línea se registró en febrero pasado, cuando las turbas ingresaron a una comisaría en el este de Pakistán, matando a golpes a un hombre acusado de profanación del Corán.
Más recientemente, en Sargodha, en julio pasado, tres acusaciones de blasfemia contra cristianos ocasionaron episodios de violencia.
Con información de Infocatólica.
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