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La capilla, a donde acuden personas de los más variados lugares, es un “gran regalo para toda la Arquidiócesis”, dice el párroco, Padre Boniface Endorf.
Redacción (13/11/2023 13:18, Gaudium Press) La Parroquia de San José, en Greenwich Village, Nueva York, abrió la primera capilla de adoración perpetua de Manhattan, en junio pasado, hecho que contó con la presencia del Cardenal Arzobispo de Nueva York, Monseñor Timothy Dolan.
El Padre Boniface Endorf, párroco dominico de San José, habló con Vatican News acerca de la inauguración, que tuvo lugar en julio de este año
“Una ocasión de júbilo”
“Él [Cardenal] celebró una de nuestras misas dominicales”, dice el Padre Boniface, y al final, “todos fuimos en procesión desde la iglesia hasta la capilla”, donde el Cardenal dio la bendición.
El evento representó una “ocasión de júbilo”, con las personas “emocionadas por tener la capilla, sobre la cual hablamos durante varios años hasta hacerse realidad.”
La capilla, construida con donaciones de los fieles, tiene hoy una asistencia numerosa y variada. “Más de 300 personas se inscribieron [para la adoración al Santísimo] ya en la primera semana”, dijo el sacerdote. Son “en su mayoría no parroquianos. Hay personas de todo Manhattan, incluso de Nueva Jersey y Brooklyn.”
Medidas de seguridad
Las personas que van a la capilla tienen los orígenes más variados, razón por la cual fue necesario traducir al español todo el material proporcionado por la parroquia. Esa variedad ha sido “un gran regalo para toda la Arquidiócesis”, de acuerdo con el Padre Boniface.
Para garantizar la seguridad y comodidad de sus visitantes, la Parroquia cuenta con un proceso innovador en el cual las personas se inscriben en línea en un horario específico de adoración, y una vez llegan a la Iglesia de San José, la oficina parroquial les entrega una tarjeta magnética que les permite entrar en la capilla.
“Habrán muchas gracias” derivadas de la adoración ahí, aseguró el párroco, relacionadas con el “sacerdocio, la vida religiosa, y personas con heridas que encuentran sanación y podrán crecer en la santidad a la cual están llamadas”. (Con informaciones de Vatican News).
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