“La vida espiritual de un cristiano no es pacífica”, dice el Papa

“La unción catecumenal no tiene perfume y anuncia simbólicamente que la vida es una lucha. Esto deja claro que los cristianos no se libran de esta lucha y que deben luchar”, explicó.

Foto: Vatican Media

Redacción (04/01/2024, Gaudium Press) En la mañana del miércoles 3 de enero, durante la primera Audiencia General del año, el Papa Francisco continuó las reflexiones sobre los vicios y las virtudes que inició la semana pasada. Celebrada en la Sala Pablo VI, en el Vaticano, la catequesis profundizó en el tema “El combate espiritual”.

La vida es una lucha y el cristiano debe luchar

El Papa inició la catequesis hablando de la lucha espiritual de los cristianos. Según él, “la vida espiritual del cristiano no es pacífica, lineal y libre de desafíos, sino que, por el contrario, exige un combate continuo. La lucha cristiana por preservar la Fe y enriquecer el don de la Fe en nosotros”.

Según el Pontífice, esto queda claro en la primera unción que todo cristiano recibe en el sacramento del Bautismo. “La unción catecumenal no tiene perfume y anuncia simbólicamente que la vida es una lucha. Inmediatamente queda claro que el cristiano no se libra de la lucha, que el cristiano debe luchar”, explicó.

Suprima las tentaciones y nadie se salvará

Recordando un dicho atribuido a San Antón, que dice “reprime las tentaciones y nadie se salvará”, Francisco aseguró que los santos no se libraron de las tentaciones, sino que eran personas conscientes “de que las seducciones del mal aparecen repetidamente en la vida, para ser desenmascaradas y rechazadas”.

Luego advirtió que “todos estamos tentados y tenemos que luchar para no caer en estas tentaciones”, además, “ninguno de nosotros está en orden y si alguno está en orden, está soñando. En cada uno de nosotros hay muchas cosas que arreglar y vigilar también. Todos somos pecadores y un poco de introspección, de introversión nos harán bien”.

“Todos debemos pedir a Dios la gracia de reconocernos pobres pecadores, necesitados de conversión, manteniendo en el corazón la confianza de que ningún pecado es demasiado grande para la infinita misericordia de Dios Padre. Esta es la lección inaugural que Jesús da nosotros”, destacó.

Jesús nunca olvida perdonar

Finalmente, el Papa subrayó que no debemos olvidar que Jesús nunca nos deja solos. “Jesús está con nosotros para ayudarnos, protegernos y ayudarnos a levantarnos después del pecado. Jesús lo perdona todo. Vino a perdonar, a salvar. Jesús sólo quiere que nuestros corazones estén abiertos. Nunca se olvida de perdonar. Somos nosotros los que muchas veces perdemos la capacidad de pedir perdón”.

Al concluir su reflexión, Francisco invitó a los fieles a recuperar la capacidad de pedir perdón. “Cada uno de nosotros tiene muchas cosas que pedir perdón. Cada uno piense y hable con Jesús sobre esto: Señor, necesito que no te apartes de mí, necesito que me perdones. Señor, soy un pecador, un pecador, pero por favor no me des la espalda. Esta sería una hermosa oración a Jesús hoy: Señor, no te apartes de mí”. (EPC)