En Alemania quieren cortar confesión de niños

Es lo que sugiere una comisión de la diócesis de Friburgo, supuestamente para limitar riesgo de abusos.

Redacción (21/03/2024 10:03, Gaudium Press) Reporta Il Messagero que en la diócesis de Friburgo, Alemania, una comisión encargada de ocuparse de los abusos pidió que se dejen a un lado las confesiones a los más jóvenes y que estas se reserven a la edad adulta. Il Messagero refiere una nota de la agencia católica KNA, que cuenta que un estudio de la comisión de la diócesis mostró que la administración de ese sacramento a los niños de primera comunión podría ser un “punto de iniciación para los abusos sexuales”, y por tanto la recomendación de la comisión es abandonarlo.

En opinión de la comisión en esa confesión se realiza una estrecha relación entre niño y sacerdote, lo que podría “abrir la posibilidad de un comportamiento manipulador en relación a los niños y menores, hasta el punto de violar sus límites”.

Es claro que esa recomendación absurda de tal comisión de la diócesis alemana, revela un menosprecio del papel de la gracia, y un desconocimiento de la real situación moral de un menor, además de una ruptura con la tradición de la Iglesia.

Mucho luchó San Pío X para que los niños, a la más tierna edad posible y “llegados a la edad de discreción”, recibieran los sacramentos de la penitencia y la comunión.

Los niños también pueden cometer pecado mortal, que es el mayor mal sobre la Tierra: “Ni merece menos reprobación la costumbre existente en muchos lugares de prohibir la confesión a los niños no admitidos a la Sagrada Mesa, o de no darles la absolución, con lo cual es muy fácil que permanezcan largo tiempo tal vez, en pecado mortal, con gravísimo peligro de su salvación”, advertía el Papa Sarto en Quam Singulari.

Desde el momento en que el menor es capaz de distinguir entre el bien y el mal, es capaz de pecado grave, y por ello la Iglesia debe favorecer el acceso al sacramento. San Pío X deploraba “la costumbre existente en muchos lugares de prohibir la confesión a los niños no admitidos a la Sagrada Mesa, o de no darles la absolución”, así como la habida en lugares donde “se fijaba la edad de la primera Comunión en unos sitios a los diez años o doce, y en otros a los catorce o aún más”, ocasionando “que la inocencia de los primeros años, apartada de abrazarse con Cristo, se veía privada de todo jugo de vida interior; de donde se seguía que la juventud, careciendo de tan eficaz auxilio, y envuelta por tantos peligros, perdido el candor, cayese en los vicios antes de gustar los santos Misterios”.

Esas concepciones eran “resto de errores jansenitas”, jansenismo que en el fondo es naturalismo, es decir, un desconocimiento o menosprecio del papel de la gracia para la virtud y la salvación eterna.

Lo que hay que hacer es luchar contra la plaga del abuso, minimizar al máximo los riesgos, como en muchos lugares ya se hace, y no cortar el canal de la gracia sin la cual se puede perder la inocencia bautismal incluso a edad muy temprana trayendo perjuicio para toda la vida, pues vicios que se adquieren de joven difícilmente se erradican. Además del riesgo real de condenación.

Lamentablemente, como ya es universalmente conocido, la Iglesia alemana se encuentra en una situación calamitosa, influida poderosamente por el mundanismo naturalista y en grave riesgo de cisma. Esas opiniones son un reflejo de ello. Pidamos por ella. (SCM)