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Esta es la cuarta vez que se reúnen desde que Francisco fue elegido Papa en 2013.
Foto: Vatican media
Redacción (29/04/2024 15:33, Gaudium Press) En la mañana del pasado sábado 27 de abril, el Papa Francisco recibió en audiencia privada en el Vaticano a Dilma Rousseff, expresidente de Brasil y actual presidente del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), llamado el Banco de los Brics.
Cuarto encuentro entre Roussef y Francisco
Esta no es la primera vez que se encuentran.
El 19 de marzo de 2013, después de celebrar la misa inaugural de su ministerio, Francisco recibió a Roussef en el Vaticano. En julio de ese mismo año, le tocó al Pontífice ser recibido por la entonces presidente de la república en Río de Janeiro, cuando acudió a participar en la Jornada Mundial de la Juventud. El último encuentro había tenido lugar el 21 de febrero de 2014, en una audiencia privada en el Vaticano.
En una publicación en su perfil oficial en la red social X, Rousseff escribió que “siempre es una alegría estar con el Papa Francisco, un amigo de Brasil, un gran líder religioso y político y un hombre profundamente comprometido con los destinos de la humanidad”. La ex-presidente también explicó que durante el encuentro con el Pontífice abordó “la lucha contra la desigualdad y el hambre, la transición energética y las acciones necesarias para afrontar el cambio climático”.
Intercambio de regalos
En el tradicional intercambio de regalos, Dilma entregó al Papa el libro Theodoro Sampaio. Nos sertões e na cidade, obra escrita por Ademir Pereira dos Santos que trata sobre el ingeniero civil, geógrafo, cartógrafo, historiador, etnógrafo, arquitecto y urbanista nacido en 1855, hijo de un esclavo en la zona rural de Santo Amaro da Purificação.
El Pontífice entregó a la presidente del banco de los Brics algunos de sus documentos, como la encíclica Laudato si y la exhortación apostólica Laudate Deum. Además, también le regaló una escultura de bronce con las palabras “amar” y “ajudar” (ayudar). Francisco explicó el significado de la obra, que sólo es lícito mirar a una persona de arriba a abajo para ayudarla a levantarse. El Papa concluyó el encuentro con la siguiente petición: “Rece por mí, que yo rezo por usted”. (EPC)
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