Papa insistió en no a personas homosexuales en seminarios, pero armó polémica

La polémica fue sobre todo por el uso de un término en italiano. Ya se disculpó.

Encuentro del Papa con los Obispos – Foto: Vatican Media

Redacción (28/05/2024, Gaudium Press) Casi todos los grandes medios italianos trataron hoy el tema, no siendo tan común esa unanimidad: el Papa había dicho, en conversación privada con los cerca de 230 obispos de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), el pasado 20 de mayo, que en los seminarios había demasiado ambiente homosexual, pero lo había expresado con un término, “frociaggine”, que en ciertos entornos resulta ofensivo.

El Pontífice, cuya lengua madre es el español, había pedido que no se permitiese el ingreso de personas homosexuales en los seminarios, pero el asunto de cabecera en los medios fue la expresión “frociaggine”, que algunos calificaron de uso homófobo.

“El Papa nunca ha querido ofender ni expresarse en términos homófobos, y dirige sus disculpas a quienes se han sentido ofendidos por el uso de un término, divulgado por otros”, es lo que ha dicho el director de la Sala de Prensa Vaticana, en comunicado difundido a los periodistas.

“El Papa Francisco está al corriente de los artículos que han salido recientemente sobre una conversación, a puerta cerrada, con los obispos de la CEI”, se lee en la nota del portavoz vaticano, en la que –además de la aclaración y la disculpa– se recuerda que el Papa ha afirmado que en la Iglesia “hay sitio para todos”.

De acuerdo a Il Corriere della Sera, cuando los obispos escucharon la expresión del Pontífice, algunos emitieron “risas incrédulas”, pues percibían que Francisco no era consciente de la carga que tenía el término en italiano.

En cualquier caso, lo expresado por el Papa ante la CEI termina siendo una refrendación tanto de la Instrucción sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al seminario y a las órdenes sagradas, firmada por el Cardenal Grocholewski como Prefecto de la Congregación de Educación Católica en el 2005, cuanto de lo dicho en el documento El Don de la vocación presbiteral, firmado con la aprobación de Francisco por el Cardenal Stella como prefecto de la Congregación para el Clero, donde se cita el anterior documento, afirmando que “en relación a las personas con tendencias homosexuales que se acercan a los Seminarios, o que descubren durante la formación esta situación, en coherencia con el Magisterio, «la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay. Dichas personas se encuentran, efectivamente, en una situación que obstaculiza gravemente una correcta relación con hombres y mujeres. De ningún modo pueden ignorarse las consecuencias negativas que se pueden derivar de la Ordenación de personas con tendencias homosexuales profundamente arraigadas»”.