Menú 
Considerada uno de los templos católicos más grandes del mundo, la Catedral de São Paulo es uno de los referentes de la ciudad, donde se celebran los principales actos religiosos de la capital paulista.
Foto: (WT-shared) Edsonaoki em wts wikivoyage, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=22936172
Redacción (14/08/2024 11:26, Gaudium Press) La Catedral Metropolitana de São Paulo, conocida popularmente como Catedral da Sé, celebrará el 5 de septiembre el 70 aniversario de su inauguración. De hecho, es la segunda catedral de la Arquidiócesis de São Paulo. La “Catedral Vieja”, de estilo barroco colonial, estaba ubicada en la misma Praça da Sé, cerca de donde se construyó la actual. Era pequeña para el tamaño de São Paulo y fue demolida en 1912, cuando se inició la construcción de la actual catedral.
Hasta 1908, la Diócesis de São Paulo cubría todo el Estado de São Paulo; ese año fue elevada a arquidiócesis, al mismo tiempo que el Papa San Pío X creaba otras cinco diócesis en el Estado. El primer arzobispo de São Paulo, Mons. Duarte Leopoldo e Silva, un hombre dinámico y con una gran visión de futuro, quería construir una catedral para la nueva archidiócesis que hiciera justicia al crecimiento exponencial de la ciudad a principios del siglo XX. siglo.
Así, encargó un proyecto a arquitectos italianos y alemanes, de estilo neogótico y de grandes dimensiones. Las obras comenzaron en 1912 y se esperaba que la nueva Catedral fuera inaugurada en 1922, en el marco de las celebraciones del primer centenario de la Independencia de Brasil, proclamada en São Paulo. Sin embargo, con el estallido de la Primera Guerra Mundial y la grave crisis económica que la acompañó, las obras se interrumpieron cuando los grandes pilares de soporte se encontraban a sólo unos metros del suelo. Sin embargo, se pudo seguir adelante con la construcción de la cripta, que se encuentra en un nivel inferior, debajo del altar. Ella fue inaugurada en 1919.
Entre las dos guerras mundiales se produjo una grave depresión financiera y económica que no permitió reanudar las obras de construcción de la catedral. Luego vino la Segunda Guerra Mundial y, hasta 1945, la construcción avanzó muy poco. Mientras tanto, Mons. Duarte ya había fallecido, sin poder ver la inauguración del templo con el que había soñado. Y su sucesor, Mons. José Gaspar de Affonseca e Silva, también había fallecido, trágicamente muerto en un accidente aéreo en Río de Janeiro. El tercer arzobispo, el cardenal Carlos Carmelo de Vasconcellos Motta, reanudó la construcción en 1945, movilizando a la sociedad y al clero de São Paulo para completar la obra. El nuevo objetivo era inaugurar la catedral en el cuarto centenario de la fundación de la ciudad de São Paulo.
Así, el 5 de septiembre de 1954 quedó solemnemente inaugurada y dedicada a Dios la nueva Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, con la presencia de numerosas y representativas autoridades de la Iglesia y de la sociedad. El Papa Pío XII regaló a la catedral los grandes mosaicos de Santa Ana con Nuestra Señora Niña y el apóstol San Pablo, que se encuentran en las capillas laterales a izquierda y derecha de la nave, cerca de las puertas laterales. Poco después, la catedral fue equipada con su gran órgano de tubos, que se utilizaba para música sacra y también para conciertos en momentos culturales especiales. Actualmente este órgano se encuentra en proceso de restauración y la propuesta es devolverlo a su plena función para eventos religiosos y culturales.
La Catedral de San Pablo es uno de los templos católicos más grandes del mundo. Ubicado en el casco antiguo, es uno de los hitos de la ciudad y allí se celebran los principales actos religiosos de la Iglesia en São Paulo. Fue visitado por los Papas San Juan Pablo II y Benedicto XVI, así como numerosas personalidades de la vida pública. Junto a la plaza, que lleva su nombre, la Catedral Sé también fue referencia de importantes momentos cívicos, como manifestaciones a favor de la dignidad humana y los derechos humanos y por la redemocratización de Brasil, en las décadas de 1970 y 1980. En su interior hay numerosas obras de arte, y sus vitrales, fabricados en Florencia, son de gran valor y belleza. El baptisterio, a la derecha al entrar por la puerta principal, está decorado con finas obras de arte, así como la capilla del Santísimo Sacramento, que cuenta con hermosos y variados mármoles y esculturas. La cripta es un espacio arquitectónico independiente, de estilo gótico, muy armonioso, donde se encuentran, entre las tumbas de varios obispos y arzobispos de São Paulo, los restos mortales del indio Tibiriçá, el padre Antônio Feijó y el padre Bartolomeu de Gusmão, uno de los predecesores de la aviación. Allí descansan también dos grandes arzobispos fallecidos en los últimos años: los cardenales Paulo Evaristo Arns y Cláudio Hummes.
La catedral metropolitana está ubicada a pocos pasos del Pateo do Collegio, donde comenzó São Paulo en 1554, con la misión jesuita que incluía, entre otros, al padre Manoel da Nóbrega y a São José de Anchieta. Entre las pequeñas casas de los indígenas y de los pocos portugueses, se levantó la primera capilla de la ciudad. Se dice que el terreno donde se ubica la actual Catedral de la Sé fue donado a los misioneros por el cacique Tibiriçá. La vida de la metrópoli actual comenzó con el encuentro de pueblos, razas, culturas y religiones. Este mismo encuentro e interacción marcó también su desarrollo. La catedral es testigo de este encuentro. Espero que este siga siendo el caso para el futuro de nuestra ciudad.
Por el Cardenal Odilo Pedro Scherer, Arzobispo Metropolitano de São Paulo.
(Publicado originalmente en O ESTADO DE S.PAULO el 10 de agosto de 2024)
Deje su Comentario