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El Pontífice realizó una visita sorpresa a la iglesia de San Agustín en Roma, con motivo de la memoria de Santa Mónica.
Foto: Vatican Media
Redacción (28/08/2024 10:08, Gaudium Press) En la tarde del martes 27 de agosto, memoria de Santa Mónica, Francisco realizó una visita sorpresa a la iglesia de San Agustín en Roma. Allí el Pontífice rezó sus oraciones en la Capilla donde se guardan las reliquias del Santo.
Según boletín difundido por la Sala de Prensa de la Santa Sede, el Pontífice también rezó ante la imagen de Nuestra Señora de los Peregrinos. Francisco saludó a los frailes, hermanas y peregrinos presentes. Luego el Papa regresó al Vaticano.
No perder la esperanza en la gracia de Dios
En 2013, el Santo Padre celebró una Santa Misa en esta misma iglesia, con motivo de la memoria de San Agustín. Durante su homilía, elogió la fuerza de la fe y la perseverancia de Santa Mónica y sus lágrimas por la conversión de su hijo. “Santa Mónica, ¡cuántas lágrimas derramó aquella santa mujer por la conversión de su hijo! ¡Y cuántas madres, aún hoy, derraman lágrimas para que sus hijos vuelvan a Cristo! No pierdan la esperanza en la gracia de Dios: ‘No es posible que un hijo de tantas lágrimas perezca’”.
La inquietud del amor
“El mismo Agustín, después de su conversión, dirigiéndose a Dios, escribe: ‘Por amor de mí, lloraba delante de Vos mi madre, toda fiel, derramando más lágrimas que las que jamás derramaron las madres ante la muerte física de sus hijos’. Mujer inquieta, esa mujer que, al final, dice esa hermosa palabra: “Dios mío me ha satisfecho copiosamente”. ¡Aquello por lo que ella lloraba, Dios se lo concedió abundantemente! Y Agustín es el heredero de Mónica, de ella recibe la semilla de la inquietud. ¡He aquí, pues, la inquietud del amor!”, concluyó. (EPC)
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