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Se cree que era el esposo de una de las mujeres que acompañaron a la Virgen junto al Calvario.
Redacción (25/09/2024, Gaudium Press) Hoy la Iglesia celebra, entre otros santos, a San Cleofás, uno de los discípulos de Emaús que conversó con el Señor resucitado (Lc 24, 13, ss).
También es mencionado Cleofás en el Evangelio cuando San Juan dice que “María, la mujer de Cleofás” estaba presente en el Calvario, valiente, junto a otras mujeres cristianas, acompañando a la Virgen (Jn 19, 25, ss.), aunque no se tiene total certeza que los dos sean la misma persona.
Dos discípulos van caminando hacia Emaús, distante 10 kilómetros de Jerusalén, cabizbajos, pensando en la muerte del Señor. Su angustia era ‘existencial’, pues sus certezas habían sido desmentidas, sus esperanzas truncadas.
Pero entonces se les une un Caminante en su periplo y les pregunta qué les ocurre. Es entonces Cleofás el que le responde en tono de queja, preguntándole si no sabe lo que había ocurrido hace poco, de la muerte del Nazareno.
Después de resumir lo ocurrido, el Caminante les responde y advierte que eso era algo ya previsto por los Profetas. Una esperanza se empieza a encender en los caminantes de Emaús, que le piden al Divino Caminante que se quede “con nosotros, que el día ya declina”.
Jesucristo, él también caminante de Emaús, accede, entra a la casa con ellos, se sienta a la mesa y cuando bendice el pan y lo parte para dárselos, es reconocido, y entonces desaparece.
Los discípulos de Emaús regresan y anuncian a todos que lo dicho ya por unas mujeres es verdad, que ellos habían estado con el Señor, que el Señor sí es el Mesías.
Ese es Cristo, que se cierne sobre la agonizante fe de unos hombres débiles y miedosos, y los fortalece por entero, haciendo de ellos apóstoles acabados, discípulos valientes y consumados. En ese momento ellos recibieron un mini-Pentecostés, que después seria perfeccionado con la venida del Paráclito.
Con información de Catholic.net
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