Roma (Jueves, 05-10-2017, Gaudium Press) El Padre Cándido Amantini, pasionista, está más cerca de recibir el honor de los altares. El sacerdote fue el único exorcista de Roma por 30 años, formó al Padre Gabriele Amorth, y conoció al Padre Pío de Pietrelcina, quien lo definía como «un sacerdote según el corazón de Dios».
Su muerte, acaecida el 22 de septiembre de 1992 en olor de santidad, fue recordada hace poco en el Santuario de la Sacala Santa en Roma de los Pasionistas, donde el sacerdote vivió por mucho tiempo. En este santuario hay un lugar dedicado al Siervo de Dios, donde están sus restos mortales y los devotos acuden en oración, pidiendo su mediación.
Su causa de beatificación en su fase de investigación diocesana sobre su vida, virtudes y fama de santidad fue abierta oficialmente el 13 de julio de 2012 en el Vicariato de la Diócesis de Roma, y clausurada el 25 de noviembre de 2016, durante un evento que ocurrió en la Sala de la Conciliación del Palacio Lateranense en Roma.
El Padre Cándido Amantini fue por 30 años el exorcista oficial de la Diócesis de Roma. |
La fase de investigación consistió en probar la heroicidad de las virtudes del sacerdote italiano, colectando pruebas testimoniales y documentos que demuestren su santidad. Elementos que son necesario dentro del proceso de beatifican. Queda a la espera un milagro atribuido a la mediación del pasionista y su aprobación para que sea reconocido pronto como beato.
El Padre Amantini nació en Bagnolo, provincia de Grisetto, Italia, el 31 de enero de 1914, siendo bautizado el 7 de febrero con el nombre de Eraldo; y confirmado el 8 de septiembre de 1920. Su encuentro con la comunidad de los Pasionistas fue desde pequeño cuando sirvió como acólito en la parroquia de su ciudad natal.
En 1926, el 26 de octubre, ingresa al Seminario Menor de los Pasionistas en Nettuno, Roma, comenzando un par de años después su tiempo del noviciado. En esta oportunidad recibió el hábito religioso tomando por nombre Cándido de la Inmaculada. El 31 de enero de 1933, tras un periodo en el convento de Tavernuzze en Florencia, profesó sus votos perpetuos.
Regresó a Roma en 1936 donde es enviado al Santuario de la Scala Santa. En la Ciudad Eterna obtuvo su licenciatura de Teología en la Pontificia Universidad Angelicum, y fue ordenado sacerdote el 13 de marzo de 1937. Se destacó por sus conocimientos de lenguas como el griego, el hebreo, el sánscrito y alemán. Por varios años se dedicó a la enseñanza del hebreo y de las Sagradas Escrituras, pero en 1961, por su delicado estado de salud, debió abandonar la docencia.
A partir de ese momento hubo un gran cambio en su ministerio sacerdotal dedicándose al exorcismo, al que llegó gracias a su hermano y alumno el Padre Alessandro Coletti, quien era exorcista en la diócesis de Arezzo. Con él empezó sus primero exorcismos, convirtiéndose entre 1962 y 1963 el exorcista oficial de la Diócesis de Roma.
Fue la oración, sobre todo el Rosario, así como la Adoración Eucarística, lo que más le daba fuerza para poder realizar este ministerio. Según relatan sus hermanos pasionistas, el Padre Cándido solía levantarse en la noche para acompañar al Santísimo durante una hora. El sacerdote también tenía una profunda devoción a la Virgen, no en vano a Ella dedicó su único libro con el título: «El misterio de María». Allí habla del gran papel que tiene Nuestra Señora en la salvación de las almas, por eso recomendaba invocar constantemente su especial protección.
Según el ya fallecido Padre Gabriele Amorth, uno de sus discípulos -quien acompañó al Padre Amantini en este en el ministerio exorcista desde 1986- , «el padre Cándido no se enfadaba nunca, tampoco con el diablo. Satanás le temía, ¡pues vaya si le temía, temblaba ante él!».
Con información de la Nuova Bussola, Religión en Libertad y postulazionecausesanti.it.
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