Papa envía mensaje por los 800 años de la Orden de los Padres Mercedarios

Ciudad del Vaticano (Martes, 23-01-2018, Gaudium Press) Por ocasión de los 800 años de la aprobación de la Orden de Nuestra Señora de las Mercedes, el Papa Francisco envió un mensaje a Fray Juan Carlos Saavedra Lucho, Padre General de la Orden, invitando a los religiosos a conservar la herencia de la orden, a confiar en Nuestra Señora y a dejarse amar por Dios.

En el mensaje, el Pontífice recordó las tres figuras esenciales en la historia de la Orden Mercedaria: San Pedro Nolasco, Nuestra Señora y el Cristo Redentor.

Recordando a San Pedro Nolasco, el Papa explicó que el Santo es el depositario del carisma entregado por Dios y que «en esa vocación está el corazón y el tesoro de la Orden, pues tanto la tradición de la misma como la biografía de cada religioso se fundamentan en ese primer amor».

«En el rico patrimonio de la familia mercedaria, iniciado con los fundamentos y enriquecido por los miembros de la comunidad que se sucedió a lo largo de los siglos, se concentran todas las gracias espirituales y materiales que ustedes han recibido», afirmó.

Francisco invitó a los religiosos a redescubrir, en esa «historia de amor enraizada en el pasado (…), el primer amor de la Orden y la propia vocación, para renovarlos continuamente», para abrirse al futuro «en los dones que el Espíritu sigue derramando hoy sobre cada uno».

Además, el Papa destacó la importancia de Nuestra Señora, especialmente bajo la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes, e invitó a confiar en «su poderosa intercesión», pues Nuestra Señora «es la respuesta de Dios al clamor del pueblo que espera la liberación. Así, es maestra de la consagración a Dios y al pueblo, en la disponibilidad y el servicio, en la humildad y la simplicidad de una vida oculta, totalmente entregada a Dios, en el silencio y la oración».

El Cristo Redentor fue la tercera persona central de la historia de la Orden de las Mercedes señalada por el Santo Padre. «En Él damos un salto cualitativo, pues pasamos de los discípulos al Maestro».

«Todos somos llamados a vivir la alegría que brota del encuentro con Jesús, para vencer nuestro egoísmo, salir de nuestra propia comodidad y atrevernos a llegar a toda periferia que necesita la luz del Evangelio. Podemos responder al Señor con generosidad cuando experimentamos que somos amados por Dios a pesar de nuestro pecado y nuestra inconsistencia», exhortó el Papa. (EPC)

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