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Redacción (Viernes, 21-08-2014, Gaudium Press) El 21 de agosto de 1914 moría San Pío X. Cien años pasaron, pero, en todo el mundo la Iglesia lo reverencia celebrando su memoria litúrgica.
Este año, en Italia, el punto alto de las celebraciones de este centenario será el próximo sábado día 23, cuando el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, presidirá la Eucaristía realizada en el parque del «Santuario delle Cendrole», en Riese, localizada en la provincia italiana de Treviso.
Fue allí que en el año 1835, nació Giuseppe Melchiorre Sarto que, más tarde, subiría al Trono Pontificio con el nombre de Pío X.
Hace poco tiempo el Cardenal Parolin concedió una entrevista al semanario de la Diócesis de Treviso. En ella el Purpurado hace notar que la figura que delinea el perfil histórico de San Pío X no está vinculada sobre todo a su actuación frente a la llamada doctrina modernista.
Sin abandonar el estudio de su lucha contra el modernismo, la atención de historiadores del pontificado de Pío X se ha dirigido también al estudio del impulso pastoral que él dio a la Iglesia al inicio del siglo XX.
Sin duda la evangelización, la catequesis, estuvieron muy presentes en su pontificado. Basta recordar que fue él quien publicó e hizo difundir por toda la Iglesia el Catecismo que, inclusive lleva su nombre: Catecismo de San Pío X.
Pero, la divulgación de la doctrina católica a través de la difusión del Catecismo no fue la única acción que dejó marcas en la historia de la Iglesia.
San Pío X promovió reformas pastorales en cuanto a la participación de los fieles en el culto. Entre ellas está la promoción del culto eucarístico. Todavía a inicios del Siglo XX, él veía en el Sacramento de la Eucaristía un modo de los fieles aproximarse más a Nuestro Señor Jesucristo.
Antes de él la comunión sacramental era una práctica poco común, raramente realizada. Fue San Pío X quien promovió la devoción de la comunión frecuente y redujo la edad mínima para poder recibir la Eucaristía. Eso facilitó la práctica precoz de la comunión para los niños: A partir de los siete años ya se podría comulgar.
El hecho de tener una acción tan «pastoral» en su pontificado puede ser fruto de su anterior actuación como sacerdote. La pastoral, el contacto directo con los fieles, la evangelización eran un deseo constante en su alma.
San Pío X fue el único Papa de los tiempos modernos que ejerció intensamente, por muchos años, su munus sacerdotal. Él fue capellán y párroco en pequeñas parroquias rurales. Habiendo llegado a la Cátedra de Pedro, él esparció por el mundo su experiencia sacerdotal.
Giuseppe Melchiorre Sarto
Nació en Riese, en la Provincia italiana de Treviso, de una familia modesta, siendo el segundo de los diez hijos de Giovanni Battista Sarto y de Margherita Sanson.
Fue ordenado a los 23 años, en 1858. Estudió derecho canónico y la obra de Santo Tomás de Aquino.
Como sacerdote, inició su servicio para la Iglesia como capellán en Tombolo, donde comenzó a correr su fama de ser un inspirado predicador. Se dedicaba mucho al trabajo. Cuando era joven, dormía solamente 4 horas por noche y juzgaba que eso le era suficiente.
El 10 de noviembre de 1884 fue elevado a Obispo de Mantua, y en 1896 a Patriarca de Venecia siendo electo Papa el 4 de agosto de 1903 con 55 de los 60 votos posibles en el cónclave.
Aún joven sacerdote, al lado de su trabajo pastoral incansable, él tenía una pasión pintoresca por la construcción de las llamadas meridianas, un tipo muy simple de aparato que indica las horas del día. Con la característica especial de tener la precisión de un aparato comandado por el sol.
Sin embargo, esta curiosidad de la vida de San Pío X fue dejada de lado con el surgimiento de cargos que le absorbían cada vez más: párroco en Salzano, los trabajos en el seminario y la curia de Treviso, los encargos del episcopado y del patriarcado veneciano y el encargo mayor que él tuvo: dirigir la Barca de Pedro. Cuando, en cierta ocasión, se consideró tan aislado que un día recordando al Profeta Isaías suspiró: «¡De gentibus non est vir mecum!». Lo que, en una traducción libre podría caracterizarlo enteramente: «¡Estoy solo!».
El Papa
Fue el primer Pontífice electo en el siglo pasado. La historia de San Pío X cuenta también con características del tiempo en que vivió. Él fue el último pontífice a ser electo por causa del llamado «veto laical».
En el cónclave de agosto de 1903 era considerado también papable el Cardenal Rampolla, Secretario de Estado. Por causa de sus relaciones, su elección fue vetada por el Cardenal Puzyna, Arzobispo de Cracovia, en nombre del emperador austro-húngaro.
Así, el Cardenal Giuseppe Sarto, Patriarca de Venecia, fue escogido Papa y adoptó el nombre de Pío X.
Su lema era «Renovar todas las cosas en Cristo», expresado en su encíclica «Ad Diem Illum».
Fue un defensor intransigente de la ortodoxia doctrinaria y gobernó la Iglesia Católica con mano firme en una época en que Ella enfrentaba un laicismo fuerte, además de las diversas tendencias del modernismo que él consideraba como síntesis de todas las herejías en los campos de los estudios bíblicos y de teología.
San Pío X introdujo reformas en la liturgia y codificó la Doctrina de la Iglesia Católica. Facilitó la participación de los fieles en la Eucaristía. Como un Papa pastoral, alentó modos de vida que reflejasen los valores cristianos.
Él fue el gran incentivador de la práctica de la comunión eucarística frecuente y permitió el acceso precoz de los niños a la Eucaristía, cuando la llegada a la llamada edad de la razón.
Fue un promotor incansable del estudio del canto gregoriano y del catecismo. Creó la Pontificia Comisión Bíblica y colocó las bases del Código de Derecho Canónico, promulgado en 1917 después de su muerte. Publicó 16 encíclicas.
La lápida
En la lápida de su tumba en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, se lee: Su tiara era formada por tres coronas: pobreza, humildad y bondad.
Fue beatificado en 1951 y canonizado el 3 de septiembre de 1954 por el Papa Pío XII. Es considerado uno de los mayores Papas de la Iglesia.
Por João Sergio Guimaraes
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