París (Jueves, 07-02-2019, Gaudium Press) Sí hay musulmanes que se convierten al cristianismo, aunque de hecho, se debe calificar el fenómeno como «marginal». Así lo hace Famille Chrétienne, que entretanto ha dedicado un buen espacio de su más reciente edición al hecho.
Destacamos el testimonio de ‘Farida’, nombre ficticio de una mujer madura que vive en Francia desde los 4 años pero que nació en el Magreb. ¿Por qué ‘Farida’?
«No sé si uds. miden lo que representa para un musulmán abrazar otra religión, incluso en Francia -afirma ella. Hoy soy considerada como una traidora. Si algunas personas de mi familia saben que me he convertido en cristiana, puedo inquietarme con mi seguridad», dice Farina.
Pero ella está contenta, y firme. Es más. Como en el remoto pasado su país fue cristiano, para ella haberse hecho católica no fue más que un «regreso a la fe de sus ancestros».
Farida tiene hoy además la plena ciudadanía francesa.
Su hogar de infancia era el de una «familia muy practicante [del musulmanismo], feliz y amorosa». Pero las dudas comienzan a asaltar a su fe musulmana.
Un día su padre se agrava, muere, y ella sufre un agudo dolor, pues estaba muy ligada a él. El cuerpo ya en la funeraria, pero Farina le implora: «Si el islam es la verdadera religión, ven a decírmelo». Al día siguiente tiene un sueño definitivo: «Vi a mi padre pizcándome el ojo, e invitándome a mirar en dirección a una fuente de luz. Él me decía: ¡‘Yeshua el Messiah’, ‘Jesús el Mesías’!
Tiempo después se bautizó Farina.
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