Menú 
Lisboa – Portugal (Jueves, 28-02-2019, Gaudium Press) La Comisión Episcopal de las Vocaciones y Ministerios (CEVM) de la Iglesia Católica en Portugal, publicó datos recientes del número de alumnos en los Seminarios.
Con relación a los últimos años, las estadísticas indican un crecimiento significativo.
Entrevista
En entrevista a la Agencia Ecclesia, el secretario de la CEVM, el padre José Alfredo da Costa, destaca una estadística que representa para la Iglesia Católica «una esperanza», en medio de una cierta «visión fatalista» delante de los casos mediáticos en que ha estado envuelta, pero significa también «un desafío para que la formación sea cada vez más eficaz».
Para el padre José Alfredo, «si hay jóvenes que continúan confiando en la Iglesia, nosotros tenemos que merecer esta confianza y naturalmente tiene que mejorar su formación sobre todo en dos dimensiones: la humana y afectiva y después en la formación permanente, continúa, que en el pasado a veces quedó un poco olvidada».
Estadística
La Estadística Nacional de los Seminarios, actualizada hasta enero de 2019, comprende un arco que va desde el Pre-Seminario a los Seminarios Menores, a los alumnos del llamado Año Propedéutico, a los Seminarios Mayores y a los Seminarios Redentoris Mater.
El análisis, que se extendió a las 20 diócesis del país, permitió verificar que existen actualmente 580 adolescentes, jóvenes y adultos que frecuentan las diversas instituciones formativas y vocacionales de la Iglesia Católica en el país.
El número es más elevado cuando son tenidos en cuenta los alumnos provenientes de diócesis extranjeras: 595.
En 2012…
En 2012, la estadística en los Seminarios era de 474 alumnos, el menor número en el siglo XXI. Sin embargo, dice el Padre Costa, desde entonces el número de candidatos volvió a crecer y a aproximarse a datos de otras épocas, como en 2000, cuando el total era de 547.
Para el secretario de la CEVM, «los frutos veremos dentro de algunos años; es preciso confirmar con el número de las ordenaciones y otros aspectos, que es un trabajo que también estamos haciendo pero todavía no está en altura de ser publicado», resalta el Padre Costa que, entretanto, considera estos indicadores ya «una ganancia» para la Iglesia Católica en relación a la «inversión de las diócesis».
El Padre José Alfredo cita de modo especial a los seminaristas que están en formación en el Pre-Seminario, la primera fase de la formación vocacional. Ellos son 258.
«El trabajo de esta realidad, del Seminario en Familia, implica equipos, actividades, logística, y en ese sentido es un dato importante, porque significa que las diócesis están invirtiendo en este trabajo de la pastoral vocacional, lo que es muy bueno».
Diócesis por diócesis
En lo que se refiere a la realidad de cada diócesis, Lisboa (109), Porto (89) y Braga (62) permanecen como los territorios con un mayor número de vocaciones, seguidas de cerca por las diócesis de Angra (47), Aveiro (46), Setúbal (40) y Viana do Castelo (40).
Uno de los desafíos de la CEVM es trabajar en el sentido de favorecer la dinamización de más vocaciones en regiones más desertificadas o del interior, como la Guarda y Portalegre-Castelo Branco (2), el Algarve y Viseu (5). Diócesis que, como recuerda el padre José Alfredo, fueron históricamente «diócesis con muchas vocaciones».
«Como no sería necesario un trabajo vocacional, estas diócesis se fueron estancando en esa dimensión y ahora es preciso hacer un trabajo de actualización de la promoción vocacional, reconstruir ese trabajo», considera el sacerdote.
Los Seminarios Redemptoris Mater, cuentan con candidatos venidos de la India, por ejemplo; o la venida de alumnos de diócesis extranjeras (15 provenientes de Ucrania, Santo Tomé y Príncipe, Cabo Verde y Mozambique) también surge en destaque en la Estadística Nacional de los Seminarios.
Para completar y finalizar sus informaciones, el padre José Alfredo da Costa dice:
«Creemos que es una ganancia para la Iglesia en Portugal, hasta porque resulta en la venida de personas de diversas proveniencias, de diversas geografías misioneras, que ciertamente traerán para la Iglesia en Portugal desafíos de integración de esas personas, en nuestra pastoral, y ellas propias traerán otras dinámicas, conocimientos, experiencias». (JSG)
Deje su Comentario