Zaragoza (Miércoles, 06-03-2019, Gaudium Press) Consientes de la importante presencia que es para una diócesis contar con una comunidad contemplativa, las Hermanas Pobres de Santa Clara (Clarisas) del Convento de Santa Catalina, en Zaragoza, España, vuelven a organizar un encuentro de día y medio para chicas que deseen vivir una experiencia con Dios; una iniciativa que las religiosas de vida contemplativa no realizaban desde hace dos décadas.
La experiencia ocurrirá el sábado 9 y domingo 10 de marzo a partir de las 9:00 horas, y se dirige a jóvenes mujeres entre los 14 y 30 años.
«Organizamos esta experiencia de 1995 a 1999 pero era solo de un día. Esta vez va a ser de un día y medio. Empezará el sábado 9 de marzo a las 9:00 horas con la eucaristía y terminará el domingo después de comer. Las chicas podrán dormir aquí ya que tenemos una casa de oración», explica la Madre María Luisa, superiora de las hermanas clarisas del Convento de Santa Catalina, quien fue entrevistada por Iglesia en Aragón, diálogo del que ha hecho eco la agencia SIC.
Imagen de referencia: Hermanas Clarisas, Linares, México / Foto: Fray Javier Garza por Cathopic. |
La Madre Superiora también se ha referido a la escasez de vocaciones a la vida consagrada y contemplativa que predomina en la actualidad: «El ambiente está cada vez más difícil para escuchar al Señor, eso es cierto, pero el Señor tiene sus designios y actúa a través de esas circunstancias. Es muy importante la presencia de una comunidad contemplativa en la diócesis. Por eso hacen falta personas que conozcan a Jesucristo y lo necesaria que es la vida de contemplación. Así se podrá extender mucho más la orden por África, Asia, Oceanía, eso es muy importante».
Al respecto, también señala: «Los que están alejados y también los sacerdotes, necesitan de almas que se entreguen por ellos. Hacen falta monasterios en las diócesis. Y monasterios llenos».
Ofreciendo un adelanto de lo que es la vida en el convento, el medio de comunicación de las diócesis de Aragón también entrevistó a una de las hermanas clarisas del monasterio: Sor Evangelista Juana.
La hermana cuenta cuál es la misión de las clarisas alrededor del mundo: «Nuestra misión principal es unirnos a Jesucristo en su matiz de orante ante el Padre y en su misterio pascual (…) Nuestra misión es contemplativa, o sea, que en principio desde que te levantas hasta que te acuestas tienes que mantener la presencia de Dios y estar en unión íntima con él en todo».
Al respecto, continúa y explica: «Aunque estés trabajando, de recreación, de visitas y en el locutorio, se procura que esté viva la presencia de Dios. Tenemos ratos de oración mental, oración litúrgica como nos lo pide la Iglesia, ratos de expansión y de formación humana y espiritual. Nos levantamos a las 6 y nos retiramos a las 9, cuando termina la última oración».
Otra de las clarisas, sor Ma. Jonana, ha contado cómo es la vivencia en el convento de las hermanas: «Somos unas monjas alegres, no tristonas. Nuestra vida está consagrada al servicio continuo a Dios, elevando siempre la oración hacia el Señor por toda la humanidad, por todos nuestros hermanos y eso es lo que más nos fortalece a nosotras».
«Nuestra vida es de ver y gustar, de saber y comprobar que verdaderamente hay un Dios, que nos ama y que nuestro corazón está sediento de él. Todos tenemos un gran vacío dentro que necesita ser llenado por Él y ¿cómo se llena? Teniendo el oído atento a una escucha continua, por medio del sagra¬io, en la oración, en la palabra, en la Eucaristía, en la vivencia diaria que el Señor nos da que es amarnos», agrega.
Ver también:
Presentada Nueva Instrucción sobre la vida contemplativa
Con información de SIC.
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